El gobierno de Miguel Díaz-Canel ensambla viejas aeronaves rusas modelo An-2 con el objetivo de destinarlas a sectores claves de la economía para el régimen, como el turismo y la agricultura.
Según anunciaron los medios estatales tras una publicación en redes sociales del periodista oficialista Bernardo Espinosa, las labores se realizan en un taller perteneciente a la Empresa Nacional de Servicios Aéreos (ENSA).
Esta compañía con base en La Habana opera servicios chárter internos de pasajeros a destinos nacionales, vuelos regulares de prensa y correos. También ofrece servicios al sector empresarial, relacionados con la dispersión de productos químicos y biológicos, el mantenimiento técnico y patrullaje, entre otros.
“En medio de enfrentamiento a la COVID-19, bajo estrictas medidas sanitarias y epidemiológicas, Cuba ensambla aeronaves rusas modelo AN2 para servicios a la Agricultura, el Turismo y otras áreas de la economía. Taller único de su tipo en el país comprometido con el desarrollo”, detalló Espinosa.
Directivos del sector también han señalado que estos aviones inciden en “programas estratégicos” de la economía cubana como el cultivo de arroz.
En el contexto de la pandemia del coronavirus y el recrudecimiento de la crisis económica en Cuba y toda la región, con un fuerte impacto en la aeronáutica, el gobierno cubano vuelve a apostar por el ensamblaje de los antiguos modelos rusos, destinados habitualmente al transporte turístico en rutas locales y de carga; la fumigación en la agricultura y el control de vectores de enfermedades como el mosquito Aedes Aegypti.
En 2017, ENSA ensamblaba tres de estas aeronaves rusas por mes, pero los medios oficialistas no precisaron la cantidad adquirida ni su coste, indicó la agencia EFE.
“Son aviones seguros y estables, pero por su autonomía de vuelo no tienen la capacidad de trasladarse desde Rusia a la mayor de las Antillas, entonces se guardan en contenedores y llegan por vía marítima”, detalló entonces la agencia Prensa Latina. Según funcionarios de la ENSA, el lote de los An-2 llegó en 2017 por barco al puerto del Mariel, en el occidente del país.
El primer avión diseñado por la compañía rusa Antonóv, fue el biplano monomotor An-2, un modelo producido desde 1947, que originalmente Rusia utilizaba en la agricultura, los deportes aéreos y la aviación de pasajeros.
Su diseño técnico es considerado “robusto” y con la capacidad de usar pistas de despegue y aterrizaje improvisadas que lo han llevado hasta regiones del Lejano Oriente ruso y también a Asia Central, explica una nota de CiberCuba.
Cuba dispone de un parque aeronáutico empobrecido. Antiguallas como los aviones de fabricación rusa Ilyushin IL-96, de los años 80, provenientes de las estrechas relaciones que mantuvo el régimen castrista con el campo de países socialistas y la URSS, operan todavía en la isla.
El déficit de medios de la compañía estatal Cubana de Aviación conduce a veces a convenir servicios con aerolíneas extranjeras, como Global Air, que en 2018 estuvo implicada en un trágico accidente que puso fin a la vida de 112 personas entre pasajeros y tripulantes a bordo.