Desde que el gobierno cubano anunció en el mes de marzo sus primeros casos confirmados de enfermos de COVID-19, ya se podía imaginar lo que vendría para un país con una de las peores economías de América Latina.
Debido a las medidas de confinamiento que empezó a adoptar la nación, también se temía que con ellas desaparecieran disímiles productos que antes escaseaban, pero que ahora se sabía que podrían faltar para siempre o por un tiempo prolongado en los principales o únicos establecimientos de ventas de alimentos en la isla.
Comenzaron así los “tumultos” en las tiendas, las personas temían quedarse sin comida en un país con la dieta más desastrosa del mundo, la cual consiste esencialmente en arroz, pollo, huevos y frijoles.
La provincia de Cienfuegos no ha quedado ajena en esta crisis.
Kilométricas son las colas que tienen que hacer diariamente los cienfuegueros para comprar “lo que venga”.
“Niño, aquí hay que estar para lo que entre”, comentó para ADN Cuba una de las personas que estaba haciendo cola para comprar aceite en el municipio de Cruces, en Cienfuegos.
“Si vemos que se parquea un camión en la TRD -Tiendas Recaudadoras de Divisas- corremos para allá, si se parquea en la Panamericana, corremos para esa. Da igual lo que traiga, lo mismo galletas, pollo, aceite, jabón o detergente. Es que tú sabes que todo hace falta en estos momentos”, agregó
Niurka es una de las “coleras” más famosas en Cruces y comentó que “hace colas desde muy temprano en la madrugada para poder alcanzar cualquier cosa que entre a la tienda”.
Por su parte, el profesor Luis Enrique, comenta: “Aquí quien está organizando las colas es la policía. Han llegado hasta agredirnos sin importarles el desespero que tenemos por garantizar algo para nuestra canasta básica. Lo mismo vienen con perros que mandan a los boinas rojas para acá y más de uno ha cogido su bastonazo”.
El viernes 8 de mayo, el municipio de Cruces fue testigo de una de las peleas por comida más tristes por esos lares. Sobre las 9:30 a.m. había entrado pollo a la Tienda Panamericana del municipio y más de 2 mil personas se amontonaban para poder comprar el alimento.
Fue tanta la presión de la gente sobre los cristales de la tienda que al final terminaron quebrándose e hiriendo a más de una persona.
Hasta este momento solo se tiene el nombre de una de las heridas: Yanisleidys, vecina del municipio, la cual recibió fuertes daños por el quiebre del cristal. En total fueron tres heridas, entre las que sobresalen una en la pierna donde recibió diez puntos de sutura, tres en puntos en la cabeza y una herida en el seno derecho.
Todo lo anterior salió a la luz por la internauta de Facebook, Nancy González, a través de dos videos en los que se ven a los pobladores del municipio amontonados y a la policía corriendo con la muchacha herida.
El 15 de abril pasado, la Organización Panamericana de la Salud advirtió al régimen cubano que las colas y las aglomeraciones para conseguir alimentos son un riesgo de contagio del nuevo coronavirus.
“Aquí tenemos miedo de volver a entrar en el período especial, igual al de los años 90”, dijo a ADN Cuba Alicia, quien estaba haciendo la cola en la Farmacia de la calle Heredia del municipio, donde también escasean los medicamentos, como en todo el país.
“Tenemos que hacer colas desde el día antes en la farmacia para poder comprar los medicamentos. Llevo más de un mes esperando el Enalapril, medicamento para la presión que sigue en falta”, agregó Alicia.
Las panaderías del llamado “pan especial” tampoco se libran de las tumultuarias colas. Desde el día antes las personas empiezan a pernoctar para poder comprar en el único establecimiento de este tipo en el municipio.
Hace varios días, la revista independiente CubaNet, entrevistó a Elías Amor, presidente del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), quien analizó en exclusiva la crisis económica y sanitaria que atraviesa la Isla en medio de la pandemia del coronavirus.
El economista aseguró que “Cuba va rumbo a una crisis económica de grandes proporciones debido, fundamentalmente, a la falta de ingresos”.
Destacó además, que “la pandemia dejará su huella en renglones como el turismo, la inversión extranjera y la exportación de recursos naturales, lo que agudizará aún más la crisis que se vive en la Isla”.