El Havin Bank, actual nombre del Havana International London Bank, no es una entidad inglesa, ni parte de una economía capitalista europea o asiática. Es el único banco cubano fundado y establecido fuera de la isla, que tuvo como director a un aristócrata británico, al parecer clave para los negocios del régimen castrista en “el viejo continente”.
Está registrado en el Reino Unido y aunque no se incluye entre los bancos más importantes de Inglaterra (ocupa el número 174 entre todos los existentes en el país), “sí maneja una buena cantidad de activos y de cuentas asociadas con otras instituciones financieras de gran importancia, como el Banco de China, fundamentalmente, y otros en Canadá, Suiza, España, Panamá e Islas Vírgenes y con acciones en el Guinness and Mahon Bank”, publicó el medio de prensa independiente Cubanet.
Además, tiene una activa participación en la Bolsa de Londres, una de las más importantes del ámbito financiero mundial, habiendo reportado ganancias en 2018 del 8.51 %.
El banco se fundó en Reino Unido el 3 de octubre de 1972 por funcionarios cubanos vinculados al Ministerio del Interior, al Banco Central de Cuba y en especial a las operaciones de flete de embarcaciones. Según Cubanet, a partir de esta entidad financiera se instituyó la más grande operación de creación de empresas offshore por parte del gobierno cubano, un “plan económico” orquestado por el mismo Fidel Castro, aun cuando no eran indispensables tantas entidades comerciales para sortear los obstáculos del embargo de los Estados Unidos.
Lord David Maxim Triesman, el barón Triesman de Tottenham quien pertenece a la Cámara de los Lores del Parlamento británico y al Partido Laborista, es un político británico, banquero mercantil y ex líder sindical. Fue el director del Havin Bank entre septiembre del 2013 e inicios de 2018.
Aunque actualmente la mayoría de las acciones del Havin Bank están a nombre del Banco Central de Cuba, el barón Triesman es clave además, al prestar su nombre para fundar en Reino Unido y desde su puesto de director, al menos dos sociedades mercantiles con fondos del Havin Bank, las cuales aún se encuentran activas, como Salamanca Group HTIB Holdings Ltd y Salamanca LR (CUBA) Ltd.
El periodo en que este representante de la clase nobiliaria británica presidió el Havin Bank (2013-2018), coincide con el momento de “mayor esplendor de la institución”. En este tiempo se desarrollaba el frustrado proceso de normalización de las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba, aumentaron las inversiones británicas en el turismo cubano -en especial el sector inmobiliario asociado a campos de golf- y en la Zona de Desarrollo de Mariel. Todo eso al calor del auge de la llamada “Iniciativa Cuba” dentro del Parlamento británico, debido a la influencia directa de Lord Triesman, que tuvo como “guinda del pastel” la visita del Príncipe Carlos de Inglaterra a La Habana, en marzo de 2019.
Los “favores” del barón Triesman al régimen de La Habana, como corresponsable de la “Iniciativa Cuba” pero sobre todo como “Merchant Banker”, han sido elogiados por el gobierno cubano y la prensa oficialista, pero ha faltado un dato imprescindible las relaciones entre este “member of House of Lord” y las finanzas de los Castro.
La “aventura” económica del castrismo en Londres
Según Cubanet mientras el régimen vivía de la bonanza económica propiciada por los soviéticos, y en medio de los momentos más intensos de la cruzada del Partido Comunista cubano contra cualquier vestigio de capitalismo, Fidel Castro instruyó en estricto secreto a un grupo de economistas y oficiales de la Seguridad del Estado para que viajaran a Reino Unido, como diplomáticos o de manera individual, e iniciaran el proceso de crear el Havana Internacional Bank.
A pesar de sus 48 años de operaciones, el Havin Bank es una entidad prácticamente desconocida entre los cubanos. “Cuenta con cientos de miles de activos diseminados por el mundo y en 2010 renovó el contrato de renta del edificio y los terrenos de la sede central en Londres por el lapso de un siglo, a razón del pago de poco más de 100 mil libras esterlinas anuales, lo cual indica que la empresa se proyecta con ambiciones al futuro y que sus funciones no pertenecen exclusivamente al pasado”, revela Cubanet.
Sobre el Havin Bank se conoce apenas por las informaciones ofrecidas por personas involucradas directa o indirectamente con los hechos y que más tarde abandonaron sus “misiones oficiales”. El caso más mediático fue el de Manuel de Beunza, ex diplomático y ex oficial del Departamento de Inteligencia del Ministerio del Interior, que luego de “desertar” en 1987 reveló pormenores de operaciones financieras y comerciales hasta el momento desconocidas.
Sus testimonios permitieron ir comprendiendo los esquemas de funcionamiento de la economía cubana y los estimados de la fortuna de Fidel Castro, un tema que la revista financiera Forbes revelara al mundo en varias publicaciones, adjudicándole al fallecido dictador montos crecientes entre 2003 y 2016.
Cuando murió Castro, Forbes estimó que dejó una herencia de al menos 900 millones de dólares. El origen de ese dinero provenía de una “red de compañías estatales”, entre las que se incluye la empresa Palco que posee el Palacio de Convenciones, la corporación Cimex, tiendas al por menor y Medicuba, que vende vacunas y otros productos farmacéuticos producidos en la isla.
“Si prueban que tengo un solo dólar, entrego mi puesto”, manifestó en vida el dueño de Cuba, quizás sabiendo que sería difícil desenmarañar la tupida madeja de testaferros en la que enterró los negocios del régimen.