Las autoridades de Santa Clara, en la provincia de Villa Clara, en el centro de Cuba, están concentradas en poner freno a lo que consideran “ilegalidades” cometidas por personas dedicadas a la reventa de productos de primera necesidad, y dejaron entrever que no tolerarán protestas.
El diario Vanguardia, de Villa Clara, informó el jueves que no se trata de prohibir el trabajo por cuenta propia, sino de “regresar a la legalidad las áreas comunes de Santa Clara (…) sin que signifique prohibir el trabajo por cuenta propia que allí se ejerce”, sobre todo en Las Flores y Los Framboyanes, aledañas a la zona hospitalaria de la capital provincial.
Al frente de esas acciones “contra el desorden” está el gobernador de Villa Clara, Alberto López Díaz, detalló el reporte.
“Aunque sobre estas problemáticas pueden existir apreciaciones diferentes, en lo que todos coinciden es en que nunca los desórdenes ciudadanos serán el camino efectivo para lograr los propósitos; al contrario, la ciudadanía repudia ese tipo de manifestaciones”, dijo el artículo periodístico.
El reporte añadió que se trata de “ponerle el cascabel al gato, lo que resulta una tarea nada fácil, pero no imposible”, según las palabras del gobernador.
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En Santa Clara, agregó La Vanguardia, la gente está a la expectativa lo que por estos días sucede en las cinco áreas comunes de la ciudad, en particular en las tres principales: Las Flores, Los Framboyanes y la Plaza Apolo.
El diario dijo que para la mayoría de personas las acciones impulsadas buscan frenar la reventa de mercancías, “que crecieron con demasiado libertinaje”, se quiere dar un “jaque mate” a la venta de medicamentos y de artículos higiénicos de primera necesidad, que en dichos lugares se revendían a precios exorbitantes.
Añadió que los trabajadores por cuenta propia participaron con anticipación en las reuniones donde se acordaron las acciones emprendidas, dirigidas por el gobernador provincial y con la presencia del fiscal jefe en funciones de Villa Clara, Javier Jiménez Abelenda.
También estuvieron presentes representantes de los cuerpos de inspectores, de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), del Ministerio de Trabajo, la Oficina Nacional de Administración
López Díaz insistió, igualmente, en los propósitos de acabar de manera definitiva contra la venta de medicamentos y productos de aseo.
“No se trata de cerrar las áreas comunes, sino de ordenarlas. No es condenar el trabajo por cuenta propia, sino ejercerlo a plenitud dentro del marco de la legalidad. Tampoco vamos a seguir permitiendo la impunidad, ni que las disposiciones que adoptemos se incumplan. Eso no lo vamos a aceptar. Seremos intransigentes ante los que no se acojan a la ley”, subrayó.
