El senador por el estado de Vermont y aspirante a la nominación demócrata para las elecciones presidenciales del próximo año, Bernie Sanders, fue un profundo admirador del régimen cubano y de la extinta Unión Soviética, tal y como revelan documentos archivados en la Universidad de su estado.
De acuerdo con el diario Washington Examiner, a finales de la década de los 80 del pasado siglo, Sanders no solo calificaba los “horrores” de Cuba como "cosa de propaganda de derechas", sino que también elogiaba la infraestructura soviética.
El entusiasmo de Sanders por los regímenes comunistas era tal que llegó a declararse a sí mismo socialista y a elogiar efusivamente la “Revolución cubana” en una declaración pública cuando era alcalde de Burlington.
“Para bien o para mal, la revolución cubana es una revolución muy profunda. Mucho más profunda de lo que había entendido (…) Más interesante que brindar a sus personas atención médica gratuita, educación gratuita, vivienda gratuita… es que, de hecho, están creando un sistema de valores muy diferente al que conocemos”, escribió el político en aquella ocasión.
Tras su visita a la isla, Sanders pidió al gobierno de Estados Unidos que pusiera fin a la prohibición de viajes de estadounidenses a Cuba e instó a los detractores del régimen cubano a presentar pruebas de las supuestas atrocidades cometidas por el castrismo.
De igual forma, el legislador fue especialmente benévolo con la Unión Soviética, destacando servicios públicos como el transporte, a su entender, “más rápido, limpio, atractivo, eficiente y barato que cualquier otro en Estados Unidos.
Sanders también elogió los “programas para jóvenes y trabajadores” que vio durante su viaje a Moscú. En aquella ocasión, señaló que tanto EEUU como la URSS tenían dificultades en esferas como el cuidado de la salud, la protección del medio ambiente y agricultura.
“Al igual que en Estados Unidos, la industria soviética se está quedando atrás en términos de avances tecnológicos, reequipamiento e inversión en plantas”, escribió Sanders en mayo de 1988.