Este 27 de octubre quedará -junto con el 9 de agosto- marcado para siempre en los corazones de los cubanos que hemos visto como uno de los nuestros está re-escribiendo la historia del fútbol en nuestro país.
Pareciera que Onel está hecho para momentos grandes, para ocasiones especiales. Primero aquel 9 de agosto debuta en un templo como Anfield, frente al campeón de la Champions League. Hoy anota su primer gol frente al Manchester United, el club más emblemático de la era moderna del balompié inglés.
No ha sido fácil llegar a ese minuto 88 en Carrow Road, como buen cubano, tuvo que sobreponerse a disímiles dificultades desde su llegada a Alemania, y cuando por fin lograba sus primeros compases en la Premier League, sufrió una lesión importante en su rodilla que le mantuvo 8 semanas alejado del balón.
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Esta tarde, en Norwich, abrió en el banco. Era de esperarse porque había sentido algunas molestias en los entrenamientos y en algún momento se puso en duda su participación en este juego. Finalmente llegó.
Al descanso perdían 0-2 frente a los Diablos que hacían zafra de la mala defensa Canaria. Onel entró al inicio de la segunda mitad y lo revolucionó todo. Los contragolpes eran más rápidos y las transiciones más peligrosas, se veía al cubano con ganas de hacer su gol, decidido a seguir dando de que hablar.
Entonces llegó el 88. Una salida maltrecha del United que el propio Onel recuperó cercano a la bomba central y se mandó una carrera que todos pensábamos que sus rivales iban en cámara lenta. Se quitó defensas, entró -con alfombra roja- al área grande y definió con quirúrgica precisión el balón a la izquierda de De Gea.
En ese preciso instante gritamos todos. Los de aquí, los de allá y hasta los del más allá. Todos saltamos (quizás no físicamente) pero sí con el alma y el corazón.
Onel marcó su primer gol… hoy me siento más cubano.