En la lista de los mejores agentes libres del mercado de Major League Baseball que aún no encuentran equipo, resalta el nombre del jardinero cubano Yasiel Puig.
Desde que abandonara Cuba y firmara en 2012 con los Dodgers de Los Ángeles, luego de una peligrosa travesía por varios países, Puig ha tenido una exitosa carrera en el mejor béisbol del mundo, la cual incluye haber terminado segundo en la votación al Novato del Año (perdió con el fallecido José Fernández), una participación al año siguiente en el Juego de Estrellas y dos Series Mundiales disputadas.
Sin embargo, a sus 29 años y con un largo historial de indisciplinas, las posibilidades del cienfueguero para mantenerse en Grandes Ligas se han reducido, sobre todo porque la agencia que lo representa está exigiendo una suma importante por él, en un mercado de agencia libre en el que, hasta hace poco, hubo nombres de jardineros como Marcell Ozuna y Kole Calhoun.
Al parecer, a las preocupaciones por su comportamiento extravagante e indomable, se suma un declive en su rendimiento. Según refleja el sitio Fangraphs, detrás de una línea ofensiva alejada de sus mejores momentos, pero aun así aceptable (.267/.327/.458), se esconden otras flaquezas que podrían ser la causa por la cual ninguna organización de MLB lo haya contratado.
Persisten los problemas de su rendimiento ofensivo frente a zurdos, sumado a un crecimiento en la tasa de swings a lanzamientos fuera de zona, con un 36.2% registrado con los Reds como peor marca de su carrera, según la propia web especializada.
En defensa, su Ultimate Zone Rating (UZR) refleja un decrecimiento en la cantidad de carreras salvadas a la defensiva, pasando de 18 en 2017, a solo 6 en 2018, hasta no registrar ninguna en 2019. Según estas métricas, “Caballo Loco” no es todo lo confiable que solía ser en el jardín derecho.
A su favor Puig tiene un historial reciente de temporadas en las cual ha regresado en mejor forma que la anterior, especialmente cuando se trata de años en que debe renovar su contrato. Por otra parte, a pesar de haber tenido fricciones con algunos de sus mánagers, en general crea una buena impresión entre sus compañeros de equipo, quienes rápidamente se contagian con su estilo voltaico y su determinación en el diamante.
A pesar de sus conocidas flaquezas, sigue siendo un pelotero del calibre de Grandes Ligas, capaz de aportar en varios departamentos del juego. Es su capacidad de rendir todos los días lo que está en dudas ahora mismo. Quizás no consiga un contrato de tres años, sino de dos y por menos dinero del que hasta ahora ha cotizado el jardinero de Cienfuegos.
Aunque algunos rumores lo ligaban con los Gigantes de San Francisco y otros hablaban de un probable regreso a Cleveland, hasta el momento parece estar más cerca de la órbita de los Rays de Tampa Bay. Este último mercado posee evidentes elementos a su favor, por la ubicación en el área de la Florida y la presencia de los jóvenes cubanos Yandy Díaz y Randy Arozarena.
Tampa ha construido un buen prestigio sacando lo mejor de cada pelotero en su nómina. Quizás sea este el caso y vean en Puig no solo a un bateador potente en camino al final de su carrera, sino a un pelotero a través del cual el joven Arozarena podría acelerar su familiarización con el juego de MLB.
A través de su cuenta de Twitter, Puig ha mostrado como trabajó en su físico en la temporada baja, incluyendo un viaje a Japón para entrenar con luchadores de Sumo. También ha dicho que en sus primeros años nunca llegó a esforzarse del todo y que ahora es momento para eso. Quizás sea cierto y la mejor versión de “Wild Horse” está por llegar.