La gran sorpresa del Campeonato Mundial de Boxeo en Ekaterinburgo, Rusia, la dio el kazajo Bekzad Nurdauletov, al superar claramente al campeón olímpico de Río y tetracampeón del orbe, el cubano Julio César la Cruz.
La Cruz era la principal esperanza cubana para coronarse. Era además la gran figura promocional de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA) debido precisamente a su palmarés.
Tanto en la ciudad rusa como en Cuba había una marcada expectativa por la conquista del quinto título mundial del camagueyano. Pero no pudo conseguir ese sueño en el que , a los 30 años, pudiera ser el último torneo mundial de su carrera.
El tricampeón olímpico Félix Savón es el máximo ganador de cetros mundiales con seis.
El estadounidense Evander Holyfield, una de las leyendas de los pesos pesados, presenció la velada. Uno de sus hijos, Evan, 21 años, hará su debut profesional el dos de noviembre.
La tradicional y polémica guardia baja de La Cruz esta vez fue varias veces penetrada con fuerza por la zurda de Nurdauletov. En el segundo asalto recibió un swing al rostro que le dobló las rodillas y obligó al árbitro a un conteo de protección. En el tercero otro impacto a la cara le sacó el protector de boca.
La escena del round intermedio hizo sobrevolar el fantasma del nocao que recibió hace 16 meses en un torneo en Alemania, a manos del desconocido estadounidense Coe Khalil en el primer asalto. Pero el cubano pudo reponerse rápidamente del golpe del kazajo.
Quizás la exagerada confianza fue el primer adversario de La Cruz. La víspera había declarado al sitio Jit del Inder “No vine a otra cosa que a llevarme el quinto título, así que este y el contrario de la final deben ser los preocupados”.
Cruz perdió los dos primeros round - el segundo, con amplitud- y trató de emparejar las acciones en el tercero, pero no le alcanzó la ofensiva.
La otra sorpresa de este pleito de los 81 kg fue que uno de los cinco jueces vio ganar a La Cruz. La pelea puede apreciarse en el sitio dela AIBA.
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Las alegrias cubanas en la semifinal la aportaron Lázaro Alvarez y Andy Cruz.
En la final de este sábado Alvarez se enfrentará al uzbeko Mikazizbek Mirzakhalilov en el peso pluma y de salir triunfante conquistaría su cuarto título mundial además de enviar una fuerte señal de clasificación en el Preolímpico de Buenos Aires en marzo próximo.
La mayor técnica y velocidad de manos y piernas del cubano debe sobrarle para aventajar a su fogoso rival.
Este viernes Alvarez ganó 4-1 al peligroso inglés Peter McGrail, en pelea cerrada.
Cruz, campeؚón de Hamburgo 2017, batió sin dificultad 5-0 al indio Manish Kaushik y se las verá por la medalla de oro con el estadounidense Keyshawn Davis en los ligero welter.
Cuba presentó a siete pugilistas en este Mundial que se vio disminuido cuando el Comité Olímpico Internacional le retiró las cuotas olímpicas en cada categoría. Yosvani Veitía, Arlén López,Roniel Iglesias y Erislandy Savón se quedaron sin medallas y José Angel Larduet se quedó en Berlín.