La mitad de la plantilla de los peloteros cubanos que asistieron al Mundial Sub-23 en México regresó a Cuba en la mañana de este 4 de octubre, en un avión semi vacío a juzgar por las propias imágenes de la prensa oficialista.
“Ya está en la Patria equipo Cuba de béisbol”, escribía el reportero de Radio Rebelde, Guillermo Rodríguez en su Twitter. El vuelo de regreso aterrizó en la pista habanera pasadas las 5 de la madrugada.
Cómo parte del protocolo del régimen, fueron recibidos por cuadros del Partido Comunista, aunque ninguno de gran importancia. El de más alto rango fue el Vicepresidente Primero del Inder, Raúl Fornés Valenciano.
Según el oficialismo, el funcionario “felicitó a los jugadores cubanos y les agradeció por la entrega y el coraje que demostraron en cada salida al terreno”. En las imágenes también se ve al nuevo Comisionado Nacional de esta disciplina, Juan Reinaldo Pérez Pardo.
El equipo Cuba de Béisbol terminó en cuarto lugar del torneo y con 12 atletas menos, que fueron desertando a lo largo de la competición. Ellos fueron: Loidel Chapellí Jr., de 19 años, Yandy Yanes, de 23, Bryan Chi de 22 años, Geisel Cepeda de 23, Miguel Antonio González, Yeiniel Zayas, Reinaldo Lazaga, Dismany Palacios, Dariel Fernández, el receptor Loidel Rodríguez Peralta, el pitcher derecho Ubert Mejías y Luis Dannys Morales.
Las 12 fugas que registra el equipo Cuba de béisbol en México representan, por el momento, el mayor éxodo de peloteros registrado por el país en un evento. Esto no solo debilita el futuro de la pelota en Cuba y su participación en eventos internacionales, sino que baja mucho más el ya depauperado nivel de la Serie Nacional de la isla.
El régimen calificó las fugas de los peloteros como “viles abandonos” y afirmó que los jugadores habían padecido en México “flaquezas morales y éticas”. Como es de costumbre, los funcionarios de la isla se refugiaron en Estados Unidos para justificar los escapes y el deseo de los jóvenes de escapar de Cuba.
