La discóbola cubana Yaimé Pérez, campeona del mundo de 2019 y principal aspirante de la isla a medallas, terminó séptima en la final del disco en el Mundial de Atletismo con sede en Eugene, Estados Unidos.
Pérez tuvo una competencia mediocre, si bien su mejor marca del año la mostró en la ronda clasificatoria. En la fase más importante, no pudo encontrar su mejor forma. Esta lid terminó con la sorpresa de la china Bin Feng, que dejó fuera a las favoritas en el lanzamiento de disco.
Feng, que no contaba con ninguna medalla mundial ni olímpica, celebró el oro en el Hayward Field con un lanzamiento de 69,12 metros, su mejor marca personal. Mientras, la siempre favorita, la croata Sandra Perkovic, doble campeona olímpica y mundial, se quedó con la plata (68,45) y la estadounidense Valarie Allman terminó en bronce (68.30).
Lo peor de Pérez no fue haberse quedado sin medallas, sino que su lanzamiento fue muy pobre para su nivel y talento. Con apenas 63,07, la cubana fue la gran decepción de la prueba, ya que era la defensora del título y se esperaba más pelea por su parte.
"Estoy feliz porque es otro Campeonato del Mundo entre las ocho primeras, pero no estoy satisfecha porque todos los atletas quieren ganar", recalcó Pérez en la zona mixta. "Yo venía con la condición de defensora del título, pero no se pudo", continuó.
Un año atrás, Pérez había ganado la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Tokio con una marca 65,72 metros. En el Mundial pasado, de Doha 2019, Cuba encabezó el medallero por Latinoamérica con un metal de cada color, pero en esta ocasión sigue en cero.
En Eugene, Venezuela (Yulimar Rojas), Brasil (Alison dos Santos) y República Dominicana (relevo mixto 4x400) tienen un oro cada uno. Los de Quisqueya tienen más posibilidades de pelear por medallas en la final de los 400 metros femeninos. Este 21 de julio, otros tres cubanos competirán en clasificatorias.