El pelotero espirituano Frederich Cepeda se convirtió hoy en el jugador 24 en arribar a la mítica cifra de los dos mil hits en las Series Nacionales del béisbol cubano.
Cepeda, subtitular del primer Clásico Mundial de Béisbol, en 2006, logró la hazaña en el quinto inning del partido de sus Gallos ante el local Cienfuegos en el estadio "5 de Septiembre".
La secuencia en busca de la hazaña fue la siguiente: el jardinero recibió boleto en la primera entrada; falló en línea al bosque izquierdo en el tercer capítulo y disparó cañonazo entre primera y segunda bases a las 3:54 de la tarde, frente al pítcher Carlos Damián Martínez, cuando su equipo perdía 1x4.
En su vigesimosegundo campeonato, el bateador ambidextro se erigió como el cuarto espirituano en este grupo: Lourdes Gurriel (2026), Eriel Sánchez (2082) y Yunier Mendoza, quien lo consiguió en esta propia temporada, el lunes 26 de agosto con cuadrangular ante el derecho mayabequense Yadián Martínez, en su turno seis mil 170 de por vida.
Sin embargo, el pelotero de esa provincia con la mayor cifra de inatrapables de la historia es Yulieski Gurriel, actual jugador de los Astros de Houston, quien pegó mil 705 en 15 series.
La campaña 59 luce histórica para Frederich, campeón olímpico, mundial y panamericano, además de líder absoluto en boletos recibidos en clásicos domésticos, pues el sábado 24 de agosto protagonizó su jonrón 300 en estas lides, a las 14:33 horas frente al lanzador Maikel Martínez de Isla de la Juventud.
Cepeda, también con experiencia (e indiscutibles conectados) en el béisbol de México y Japón, demuestra estar en óptimas condiciones para integrar el equipo Cuba al torneo Premier 12, a desarrollarse del 2 al 17 de noviembre con carácter de preolímpico rumbo a Tokio 2020.
Hace unos meses, el espirituano, considerado uno de los mejores peloteros cubanos del siglo XXI, quedó fuera de la nómina antillana que asistió a los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde la selección dirigida por el mentor Rey Vicente Anglada rubricó una negativa actuación, al culminar en el sexto escaño.