El boxeador mexicano Saúl “Canelo” Álvarez venció este sábado al estadounidense Caleb Plant en 11 asaltos por la vía del nocaut y se convirtió en campeón indiscutido de la división supermediana (72,57-76,2 kilogramos), un hito que consolida su nombre entre lo mejor del boxeo profesional a lo largo de la historia.
Fiel a lo prometido, el Canelo no esperó a que su victoria fuera dictada por los jueces y en todo momento buscó mandar a la lona a su rival o vencerle por una evidente superioridad técnica, lo que consiguió, según reconoció, en más rounds de los que le hubiese gustado.
Plant le plantó cara al mexicano en el primer asalto, que muchos le vieron ganar, pero poco a poco se fue viendo superado pese a sus continuos intentos por aprovechar la distancia, su mayor aliada a raíz de su superior estatura.
Tras su victoria y exhibir en sus manos los cinturones de las cuatro organizaciones principales del boxeo profesional, el mexicano agradeció el apoyo de los aficionados que se congregaron en Las Vegas y dedicó su triunfo especialmente a México.
“No ha sido fácil llegar hasta aquí, pero hemos llegado muy lejos gracias al apoyo de ustedes, los aficionados, mi familia y mi equipo. Esto va dedicado a todos, pero especialmente a México. Esta es otra victoria de nuestro equipo. Lo logramos”, afirmó Álvarez ante los micrófonos.
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Con 57 victorias en su carrera, 39 por la vía del nocaut, y sólo una derrota y dos empates, el Canelo es el primer campeón latinoamericano indiscutido en los pesos supermedianos y el sexto mexicano que consigue unificar los cinturones de las principales organizaciones en su división.
“Esto es enorme para la historia de México como campeón indiscutido. Solo hay seis en la historia, y ser uno de los seis me enorgullece y alegra mucho”, afirmó el oriundo de Guadalajara, en el estado mexicano de Jalisco.
Antes de él, los otros campeones indiscutidos mexicanos fueron el ligero Lauro Salas en 1952, el peso pluma Vicente Zaldívar de 1964 a 1967 y los gallos Rubén Olivares (1969-70 y 1971-72), Chucho Castillo (1970-71) y Rafael Herrera (1972).
En el disfrute de su éxito Canelo tuvo palabras para su rival estadounidense.
“Es un buen boxeador, lo respeto mucho. Él fue un duro rival que fue muy habilidoso y lo respeto. Al final los dos somos hombres y él quería seguir peleando. Yo le dije que no se sienta avergonzado, fue una gran pelea”, comentó.