El pelotero habanero de 43 años, el lanzador Raúl Valdés, que acaba de conseguir en los Olímpicos de Tokio 2020, la medalla de bronce como parte del elenco beisbolero de República Dominicana agradeció en redes sociales a ese país por “abrirle los brazos” cuando salió de Cuba.
“Para mí es un orgullo representar esta bandera (la de Dominicana), un país que me abrió las puertas. No duraría en volverlo hacer una y Mil veces, gracias, Dominicana”, escribió en Twitter, visiblemente emocionado, el pitcher habanero.
El zurdo ha defendido la camiseta dominicana en varios escenarios de la pelota internacional. Y casi en el final de su carrera ha podido cumplir el sueño de una medalla olímpica, tras ser convocado a las filas de la selección quisqueyana en estos juegos de la capital nipona.
Valdés fue llamado a la nómina quisqueyana desde el Preolímpico de las Américas con sede en Florida. Una lesión casi lo limita de asistir, pero se recuperó a tiempo y tuvo mucho protagonismo en la sede nipona, donde el local finalmente se vistió de oro bajo los cinco aros.
El lanzador cubano había recibido además la responsabilidad de abrir, precisamente, el duelo por el tercer puesto entre quisqueyanos y sudcoreanos. Y aunque Valdés dejó el choque empatado, pues le anotaron cinco veces, con nueve imparables, incluido un jonrón, la suerte le sonrió al final. Un racimo de cinco carreras en el octavo capítulo por parte de sus colegas dejaba la pizarra con marcador final de 10-6 y Valdés conseguía su metal bronceado.
Raúl Valdés fue uno de los 22 atletas nacidos en Cuba que compitieron por otros países en Tokio. De estos, cinco consiguieron medallas en los juegos, destacándose el triplista Pedro Pablo Pichardo (Portugal), oro en esa disciplina. Además de Valdés, el boxeador Loren Alfonso Domínguez (Azerbaiyán), el luchador Abraham Conyedo (Italia) y el karateca Ariel Torres (Estados Unidos), también ganaban el bronce.