Una clásica receta chilena de invierno. Mi abuela la hacía mucho y siempre era algo del momento, llegábamos de visita en invierno y daban ganas de comer algo rico… muchas veces los calzones rotos eran los elegidos. El toque es la ralladura de naranja o limón, no la omitan. El grosor es a gusto del cocinero, a mi marido le gustan gorditos y a mi mas delgados y crocantes.
- 3 tazas de harina sin polvos de hornear
- 1/2 taza de azúcar flor
- 1 1/2 cucharadita de polvos de hornear
- 60 gramos de mantequilla blanda
- 1 huevo
- 2 yemas de huevo
- 1 cucharada de pisco, ron o vodka
- ralladura de un limón o naranja
- pizca de sal
- agua tibia (4 – 7 cucharadas)
- aceite o manteca para freír
Preparación
- En un bol cernir el harina con el azúcar flor y los polvos de hornear, agregar la sal. Revolver con un tenedor.
- Agregar la mantequilla, huevo, yemas, pisco, ralladura, mezclar bien con una cuchara de palo o con la batidora con las aspas de masa, agregar agua de 1 cucharada a la vez hasta formar una masa firme.
- Extender sobre el mesón ligeramente enharinado, debe quedar de un grosor de unos 3-5 mm.
- Cortar la masa en rectángulos de 10x4cm aproximadamente, lo más fácil es usar un cortador de pizza, luego con un cuchillo hacer una hendidura o corte al centro y pasar una de las puntas por dentro del corte y estirar gentilmente.
- Calentar el aceite o manteca a 350F o 180C.
- Freír los calzones rotos por turnos unos 6-8 a la vez, 2 minutos dar vuelta y freír por 1 minuto más.
- Deben quedar dorados, sacar a una fuente cubierta con toalla de papel y espolvorear de inmediato con azúcar flor.
- Servir con chocolate caliente.