Transparencia Internacional: liberación de Lula es retroceso en lucha contra corrupción

La excarcelación de da Silva no es un hecho aislado, sino un conjunto de hechos que vienen afectando el desarrollo de las investigaciones en Brasil, y que impactarán también a la región
TI señaló que se está desmontando la estructura investigativa anticorrupción
 

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La lucha contra la corrupción en Brasil, y en el resto de la región, sufre un retroceso con la liberación este viernes del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, pues no se trata de un caso aislado sino de “una suerte de contraataque de la corrupción”, dijo este viernes a CNN José Ugaz, presidente de la junta directiva de Transparencia Internacional.

Brasil está viviendo “un retroceso en el caso de las investigaciones de Lava Jato (la operación anticorrupción que posibilitó llevar a la cárcel a Lula) (…) claro que hay una suerte de contraataque de la corrupción con respecto a los avances que se habían logrado”, en el país, dijo Ugaz.

Añadió que la liberación del exmandatario de Brasil “no es un hecho aislado, sino un conjunto de hechos que vienen afectando el desarrollo de las investigaciones”.

Ugaz aseguró: “Hay una suerte de ofensiva, incluso en algunos medios, también de actores tanto del Ministerio Público como del poder judicial, que han ido variando de posición” e incidiendo negativamente en el desmontaje de las investigaciones.

Lula obtuvo su libertad hoy viernes, tras permanecer preso desde el 7 de abril de 2018, cuando empezó a cumplir una pena de ocho años y diez meses por corrupción tras ser condenado en segunda instancia, acusado de recibir a modo de soborno un apartamento de playa de la constructora OAS, a cambio de beneficios para la adjudicación de contratos con Petrobras.

 

 

Lula se benefició así del fallo de la Corte, que anuló una jurisprudencia que había establecido en 2016 y con la que había autorizado ejecutar una pena de prisión después de que ésta se confirmara en segunda instancia, pese a que en esa fase quedaban aún dos apelaciones pendientes en tribunales superiores.

Pese a haber salido de prisión, el expresidente de Brasil debe seguir aún el proceso en su contra, es decir, agotar esas dos apelaciones.

Ugaz subrayó que en los últimos meses, ha habido cambios sustanciales en la estructura de la justicia de Brasil que han terminado afectando los avances contra el flagelo de la corrupción.

Según el representante de Transparencia Internacional, tanto la fiscal general del país, como miembros del máximo tribunal de justicia y de otras instancias del sistema, “han cambiado de posición, y han llegado estas nuevas opiniones que están generando una suerte de desmontaje de una estructura de investigación que hasta el momento había dado resultado”.

Dijo que hay consenso mundial de que la operación Lava Jato ha sido clave en los casos contra la corrupción en Brasil y en el resto de la región hasta donde habían llegado los tentáculos de ese flagelo.

 

 

“Aquí no se solo estamos jugando el futuro de las investigaciones en Brasil, sino en todos los países de la región que fueron impactos por el caso Lava Jato, y que se nutrieron con sus propias investigaciones con pruebas que han venido de Brasil”, subrayó Ugaz a CNN.

Lo que hay que preguntarse, apuntó, es "que está pasando en la Corte Suprema de Justicia de Brasil en este momento" respecto a investigaciones contra corrupción.

Mientras tanto, en sus primeras declaraciones al salir de la cárcel, Lula da Silva acusó este viernes a la Justicia, la Policía y al Estado brasileño de intentar "criminalizar" a la izquierda por los 580 días que ha permanecido encarcelado en Curitiba (sur) por una condena de corrupción.

"Necesitaba resistir para luchar contra el lado podrido del Estado, de la Policía Federal, del Ministerio Público, de la Justicia. Trabajaron para criminalizar a la izquierda, a Lula y al Partido de los Trabajadores", dijo un emocionado Lula en las inmediaciones de las instalaciones en las que ha estado encarcelado ante una multitud de seguidores.

Lula, de 74 años, dejó la cárcel gracias a una decisión de la Corte Suprema adoptada este jueves.

El antiguo jefe de Estado (2003-2010) dio un breve discurso interrumpido por vítores ante un público teñido de color rojo, el mismo que el del partido que lidera, el de los Trabajadores.

"Salgo de aquí con un gran sentimiento de agradecimiento. Quiero probar que este país puede ser mucho mejor cuando tenga un Gobierno que no mienta en Twitter como hace (Jair) Bolsonaro", manifestó.

(Con información de Efe)

 

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