París nombra a Lula da Silva "Ciudadano de Honor", pese a que en Brasil aún es procesado por corrupción

El reconocimiento al exmandatario brasileño fue entregado a pesar de que Da Silva aún está siendo procesado por la Justicia de su país, acusado de actos de corrupción
Lula da Silva, tras recibir el reconocimiento de Ciudadano de Honor" en parís. Efe
 

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La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, del Partido Socialista Francés, nombró este lunes al expresidente de Brasil Luiz Inazio Lula da Silva "Ciudadano de Honor" de esa ciudad, en un acto celebrado en el Ayuntamiento de la capital francesa.

El reconocimiento al exmandatario brasileño fue entregado a pesar de que Da Silva aún está siendo procesado por la Justicia de su país, acusado de actos de corrupción, aunque ahora enfrenta los varios procesos en libertad, luego de un fallo del máximo tribunal de justicia, en noviembre de 2019.

"Recibo esta distinción con honor (...) y me da la oportunidad de denunciar a nivel internacional la situación que vive mi país", aseguró Lula.

Da Silva aprovechó para criticar "la deriva antidemocrática" por la que según él pasa el Gobierno brasileño del derechista Jair Bolsonaro.

Sobre los casos por los que aún enfrenta la Justicia en Brasil, el expresidente dijo haber sido “víctima de una serie de mentiras” que le mantuvieron 580 días en prisión, de los 8 años a los que fue condenado, y aseguró que pese a sus 74 años se encuentra "con las fuerzas de 30".

 

 

Esa condena, de un tribunal de segunda instancia, fue anulada por el citado fallo de 2019, y Lula da Silva sigue siendo procesado, pero en libertad, hasta agotar las dos apelaciones de las que aún podía echar mano. Fue condenado sin haber tenido opción de recurrir a esas dos instancias legales.

Y en el caso de corrupción que lo llevó a la cárcel en abril de 2018, Lula está pendiente de un recurso a la sentencia en tercera instancia, dijo en noviembre la BBC.

La cadena británica agregó que el exmandatario, que está condenado por un segundo caso, tiene al menos otras ocho causas abiertas en los tribunales por delitos de corrupción, tráfico de influencias y lavado de dinero, entre otros.

A pesar de que la Justicia le sigue pisando los talones, el expresidente dijo, en el acto en París: "Estoy más motivado que nunca para reconquistar la democracia en nuestro país", dijo Lula.

El expresidente, que conoció todavía en prisión que había sido distinguido con la ciudadanía de honor de París, aseguró que la noticia le dio esperanzas de recuperar la libertad.

Valoró especialmente el reconocimiento de una ciudad "que tiene un apego especial a los derechos humanos y que siempre ha acogido a los brasileños y a los latinoamericanos que los han defendido".

 

 

Precisamente su defensa de los derechos humanos y su encarcelamiento fueron los motivos esgrimidos por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, para justificar su elección como ciudadano de honor, que fue aprobada por el consistorio de la capital en octubre pasado.

La alcaldesa socialista, en plena campaña para su reelección en las municipales del 15 y el 22 de marzo, destacó el legado del Partido de los Trabajadores en favor de lo que ella consideró la “igualdad en Brasil”.

El presidente de Brasil entre 2003 y 2010 une su nombre a personas como el expresidente sudafricano Nelson Mandela, la escritora bangladeshí Taslima Nasreen y la ganadora del Premio Nobel de la Paz iraní Shirin Ebadi.

En Ginebra, Lula participará el próximo día 6 en un encuentro con representantes del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), órgano que reúne a más de 340 Iglesias en más de 120 países, donde abordará el tema de la desigualdad social.

Su viaje a Europa acabará en Berlín, donde se reunirá con líderes políticos y representantes del movimiento sindical alemán.

(Con información de Efe)

 

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