Opositor ruso condenado a casi 3 años de prisión

Al conocerse el fallo, Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido, alguno de cuyos diplomáticos asistieron a la vista judicial en Moscú, condenaron el fallo y exigieron la inmediata liberación de Alexéi Navalni
Alexei Navalny fue sentenciado a dos años y medio de prisión (Press service of Simonovsky District Court/Handout vía REUTERS)
 

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La Justicia rusa desactivó hoy la actividad política y las denuncias de corrupción del líder opositor Alexéi Navalni durante los próximos años, al enviarle después de haber sido envenenado a prisión por violar los términos de la libertad condicional en un antiguo caso penal.

“La pena suspendida (…) debe ser revertida y la condena de prisión debe ser cumplida efectivamente en una cárcel general” de seguridad media, leyó el fallo la juez Natalia Répnikova tras solo cuatro horas de vista judicial y dos de deliberaciones de la magistrada, que sustituyó a última hora a la titular del caso.

CASI TRES AÑOS DE PRISIÓN

La pena suspendida dictada en 2014 contra Navalni y que la juez convirtió en real hoy era de 3,5 años, pero la sentencia tendrá en cuenta los meses que el líder opositor ya pasó en arresto domiciliario por este caso, por lo que finalmente tendrá que cumplir 2 años y ocho meses de prisión, según su abogada Olga Mijáilova.

Navalni, que lleva ya 15 días en la prisión preventiva de Matrósskaya Tishiná, -tiempo que también se descontará de su condena-, dibujó un corazón sobre el cristal de la pecera en la que se encontraba y dijo a su esposa Yulia: “No te pongas triste, todo irá bien”.

“Vamos a apelar, naturalmente (…)” dijo Mijáilova fuera del Tribunal Urbano de Moscú, a dónde se trasladó la vista desde la corte de distrito de Simónovski debido a la gran atención mediática y donde a lo largo de la jornada las fuerzas de seguridad detuvieron a unas 370 personas, que acudieron al lugar para apoyar a Navalni.

El equipo del líder opositor y activista anticorrupción de 44 años llamó inmediatamente a los seguidores de Navalni a protestar esta misma noche cerca del Kremlin contra el fallo, algo que las autoridades ya habían previsto porque cerraron todos los accesos y desplegaron un fuerte dispositivo policial.

El fallo supone desarmar durante casi tres años a Navalni, que quería aprovechar la indignación de muchos rusos por su envenenamiento, los casos de corrupción y la mala situación económica en el país para promover el voto en contra del partido del Kremlin en las elecciones legislativas de septiembre próximo.

Durante la vista, Navalni y sus abogados lucharon -en vano como ya era de suponer- con todas sus armas dialécticas para defender sus argumentos ante la juez, y el político opositor aprovechó para arremeter contra el presidente ruso, Vladímir Putin, al que acusa de haber ordenado su envenenamiento con Novichok en agosto de 2020.

 

UNA VIDA QUE VALE POCO

Putin, “pasará a la historia como envenenador”, dijo. “Sabéis, tuvimos a Alejandro (II) el Libertador y a Yaroslav el Sabio. Ahora tendremos a Vladímir el ‘Envenenador de Calzoncillos’. Así precisamente pasará a la historia”, indicó con sorna.

Navalni aludía así a la confesión que arrancó en diciembre pasado a uno de los agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) que participó en la operación secreta para envenenarle y quien le dijo que el agente tóxico fue rociado en el interior de uno de sus calzoncillos.

“Mi vida vale tres centavos”, añadió, y saludo a “toda la gente honesta que no tiene miedo a salir a las calles en todo el país”, como hicieron decenas de miles de rusos el 23 y 31 de enero resistiendo la represión y las casi 10.000 detenciones en total.

En la sala varios diplomáticos siguieron la vista, lo que causó nerviosismo en el Kremlin y el Ministerio de Exteriores, que interpretaron su presencia no solo como una interferencia en los asuntos internos de un Estado soberano, sino también como un intento de presionar a la jueza.

DETENCIONES EN VARIAS CIUDADES RUSAS

Decenas de personas fueron hoy detenidas en las principales ciudades rusas, Moscú y San Petersburgo, tras la condena de cárcel impuesta al líder opositor, Alexéi Navalni.

"¡Libertad para Navalni! ¡Rusia sin Putin!", gritaban los manifestantes.

Según informa la prensa local, varios cientos de personas salieron a la calle en la capital pese al gran dispositivo policial desplegado por la policía moscovita en previsión de protestas antigubernamentales.

Decenas fueron detenidos en las inmediaciones del Kremlin, donde habían sido movilizados varios cientos de efectivos de la Guardia Nacional.

La policía también procedió a apresar manifestantes cerca del Teatro Bolshói y la Plaza Pushkin, incluido a aquellos que decidieron marchar por la calzada en la céntrica calle Tverskaya.

Además, al igual que ocurriera en las últimas dos jornadas de protestas, las autoridades moscovitas decidieron cerrar varias estaciones de metro.

En San Petersburgo también se informó de la detención de numerosas personas descontentas con la condena de 3 años y medio de cárcel que recibió hoy Navalni por un antiguo caso penal.

Según la organización independiente OVD-Info, unas 430 personas fueron detenidas este 2 de febrero, en su mayoría en las inmediaciones del Tribunal Urbano de Moscú, que sentenció a Navalni.

El Kremlin ha rechazado todas las críticas occidentales a la detención de Navalni y al desproporcionado uso de la fuerza por parte de la policía contra los manifestantes en las multitudinarias protestas del 23 y 31 de enero en apoyo del opositor, en las que fueron detenidas casi 10.000 personas.

Nada más conocerse el fallo, Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido, alguno de cuyos diplomáticos asistieron hoy a la vista judicial en Moscú, condenaron el fallo y exigieron la inmediata liberación del opositor, que regresó a mediados de enero de Alemania, donde se recuperó del envenenamiento con el agente químico Novichok.

 

*Con informaciones de EFE

 

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