El médico cubano Moisés Ávila, exiliado en Miami, descree que Argentina requiera de misiones médicas cubanas para paliar y mitigar la propagación de la COVID-19, tal y como justifica el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
“La Argentina no tiene necesidad de médicos cubanos con todos los profesionales que tiene por habitante más los que están varados en el exterior. Está claro que aquí hay un montaje de propaganda para mejorar la imagen del gobierno como sucedió con Chávez o Dilma Rousseff en su momento”, afirmó Ávila.
Por su parte, Alioski Ramírez, quien integró varias misiones médicas de las que exporta el régimen bajo el pretendido argumento de la solidaridad, aunque está demostrado que constituyen una de sus principales fuentes de ingreso de divisas, consideró que “los argentinos deben valorar su sistema de salud y en cualquier caso mejorarlo por ellos mismos”.
“Ningún médico extranjero va a resolver sus problemas y mucho menos si se trata de un sistema de misiones médicas como el de Cuba, que genera corrupción, esclaviza a la gente y promueve la propaganda comunista”, subrayó Ramírez, que desertó de su misión en 2017, en Brasil, desencantado con el régimen y cansado de sus atropellos y arbitrariedades.
Tanto él como Ávila, según manifestaron en sus declaraciones al portal informativo Infobae, no consideran que un país como Argentina pueda sacar provecho de la colaboración médica cubana en su enfrentamiento a la pandemia.
Más bien, estaría contribuyendo a la mantención de “un oscuro entramado de trata de personas, corrupción, vigilancia paraestatal, propaganda socialista, represión e instrumentación de trabajos forzados”, como caracterizan el referido medio y los galenos de la isla entrevistados al sistema de misiones médicas del régimen cubano, en coherencia con las acusaciones que han hecho Prisioners Defenders y su líder, Javier Larrondo.
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Acusaciones que han llegado, a modo de denuncias, a Naciones Unidas y la Corte Penal Internacional de La Haya, con 450 casos documentados de trata de personas y trabajos forzados contra La Habana.
En medio de la pandemia de la nueva cepa de coronavirus, causante de la COVID-19, el régimen de la isla ha enviado brigadas médicas a cerca de una veintena de países, en varios de los cuales no han podido brindar la asistencia esperada por falta de preparación o capacidad para enfrentar una epidemia.
Con ello, además de las tradicionales acusaciones, también se va descubriendo que la pretendida condición de potencia médica de la mayor de las Antillas, bajo el régimen totalitario de su único partido, es muy cuestionable.
La polémica en torno a la necesidad o no de los galenos cubanos en Argentina surgió a partir de que el gobierno bonaerense de Axel Kicillof solicitase autorización para llevar médicos cubanos a los hospitales de la provincia, para que ayuden a frenar la propagación de la enfermedad y sus estragos en la salud de las personas.
La Confederación Médica Argentina se opuso al ingreso de los médicos de la isla, pero la decisión ya estaba tomada por el gobierno y se espera que los galenos arriben a la nación sudamericana en los días venideros.