Kim Jong-un se deja ver y disipa rumores sobre su muerte

Fin de los rumores, al menos por ahora. Luego de tres semanas de especulaciones que apuntaban a un deteriorado estado de salud o, incluso, su muerte, este viernes Kim Jong-un se dejó ver
Kim Jong-un en fábrica de fertilizantes. Foto: KCNA
 

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Fin de los rumores, al menos por ahora. Luego de tres semanas de especulaciones, informaciones de “inteligencia” y creencias de expertos y conocedores del férreo régimen norcoreano, que apuntaban a un deteriorado estado de salud o, incluso, la muerte de su líder, este viernes Kim Jong-un se dejó ver ante las cámaras de los medios oficiales de su país, los únicos autorizados a cubrir in situ la actualidad informativa del mismo.

Reapareció a conveniencia, justo cuando muchos lo daban por muerto o convaleciente de gravedad por una supuesta complicación respiratoria o cardiaca. Al “máximo dirigente”, al “gran líder”, como le refieren y loan los medios de su feudo –sí, porque ese es tal cual el mejor calificativo que define al sistema político de Corea del Norte, con su sistema de partido único y transmisión hereditaria del poder- se le ve cuándo y cómo él quiere.
 

 

Fue entonces que decidió mostrarse y congraciar con su presencia a sus súbditos un 1 de mayo, para que estos le vitoreasen y profiriesen “hurras” y una “larga vida”. Habían pasado ya tres semanas, 20 días, en las que no se le veía y, tanto para calmar a su plebe, como para poner fin a las especulaciones, decidió salir de donde quiera que haya estado para inaugurar una fábrica de fertilizantes.

Las imágenes distribuidas del acto por la agencia estatal norcoreana KCNA, a propósito de que fue el día internacional del trabajo y Kim es el líder del Partido de los Trabajadores, “le muestran sonriente, cortando el lazo inaugural y charlando en actitud relajada con funcionarios de la nueva planta”, como destaca El País.

Asimismo, según asegura KCNA, cuando Kim inauguró el recinto todos los asistentes al evento “estallaron en clamorosos gritos de ‘¡hurra!’ por el Líder Supremo, que encabeza la marcha general de todo el pueblo para lograr la gran causa de la prosperidad”.

El dictador, de 36 años, cabeza del régimen más totalitario del mundo contemporáneo, estuvo acompañado por su hermana menor, Kim Yo-jong, esa que se especuló podría sucederle en el poder, pese a que en pocos países el patriarcado es tan fuerte como en Corea del Norte.

 

Kim, la dama, suele acompañar siempre a Kim, el líder, en sus salidas públicas y ésta no fue la excepción. Había que dar un mensaje claro de salud, unidad y autenticidad, para lo cual se cuidaron todos los detalles de las fotos y el video difundidos.

Nadie, serio al menos, ha alegado un presunto trucaje de las fotos o el video, que muestra a un dictador que se vale por sí mismo y no renuncia a fumar ni en tiempos de COVID-19. Por tanto, guste o no a muchos, Corea del Norte seguirá invariable de momento, como el último reducto del comunismo estalinista más férreo.

Kim Jong-un sigue vivo y ha vuelto a demostrar que con su país y sus líderes sólo se conoce la verdad, en contravención a cualquier derecho o libertad que poco les importa, cuando ellos lo deciden.

 

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