Habilitan a bañistas varias playas brasileñas afectadas por derrame de crudo

Entre las playas pernambucanas analizadas y que fueron liberadas para los bañistas están las famosas y paradisíacas Carneiros, en el municipio de Tamandaré; Suape e Itapuama, en Cabo de Santo Agostinho, y Maracaípe, en Ipojuca
Pruebas de laboratorio dieron negativo en las aguas analizadas
 

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Las principales playas del estado de Pernambuco, alcanzadas desde finales de agosto por el derrame de crudo en el litoral noreste de Brasil, fueron liberadas este viernes por las autoridades locales.

En un comunicado, el Gobierno del estado de Pernambuco indicó que análisis de laboratorio, realizados en varias etapas y con diferentes muestras, determinaron que las 16 playas de la región más afectadas por el derrame de crudo están liberadas para los bañistas por no encontrarse presencia de tóxicos.

"No se detectó presencia de hidrocarburos ni de compuestos orgánicos encontrados en el petróleo y que, en grandes concentraciones, pueden causar daños a la salud", apuntó el relato sobre las dos baterías de muestras recogidas los días 24, 26 y 31 de octubre.

Los estudios de análisis del agua, los primeros con resultados divulgados después de la aparición del petróleo en 409 playas de 104 municipios de todos los nueve estados del noreste y otras dos en Espírito Santo (sureste), fueron realizados por la Agencia de Medio Ambiente de Pernambuco con el apoyo de universidades.

Entre las playas pernambucanas analizadas y que fueron liberadas para los bañistas están las famosas y paradisíacas Carneiros, en el municipio de Tamandaré; Suape e Itapuama, en Cabo de Santo Agostinho, y Maracaípe, en Ipojuca.

 

 

En total, fueron buscados 21 compuestos de la cadena de hidrocarburos.

La liberación se da un día después de la reapertura del parque ecológico del archipiélago de Abrolhos (Bahía), que es la principal cuna de ballenas jorobadas del Atlántico Sur y que también fue alcanzado por el derrame ocurrido en altamar a unos 700 kilómetros de la costa brasileña.

Las autoridades brasileñas determinaron que se trata de petróleo extraído de pozos venezolanos, pero se desconoce el lugar exacto y el responsable del vaciamiento.

Se sospecha que el responsable fue un buque de bandera griega que transportaba crudo venezolano con destino a Malasia y Singapur. El derrame, que afectó el turismo y la actividad pesquera y marisquera de la región, atenta también contra la fauna.

Según el último reporte de las autoridades ambientales, 128 animales presentaron vestigios de petróleo, de los cuales 33 fueron rescatados con vida y 95 murieron, en su mayoría tortugas marinas.

En tan solo tres estados: Pernambuco, Alagoas y Bahía, que junto a Sergipe se declaró en "situación de emergencia", se han recogido y descartado de las playas 4.600 toneladas de crudo y residuos.

 

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