Peter Young: “El problema esencial de Cuba es el fracaso de su modelo económico”

Peter Young apuntó a deconstruir con cifras y datos la fantasía de la izquierda occidental sobre el presunto ‘bloqueo’ de los Estados Unidos a Cuba
Fidel Castro en la Universidad de La Habana en 2010. Foto: Archivo EFE/Alejandro Ernesto
 

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Peter Young, experto en política económica y política exterior y, anteriormente, jefe de Investigación en el Instituto Adam Smith, calificó de fantasía de la izquierda occidental aquella pretensión y presunción respecto a que el fracaso de la economía cubana es culpa de los Estados Unidos. En ese contexto, explicó el analista que unos 58 parlamentarios británicos firmaron una moción en contra del “bloqueo” estadounidense a Cuba.

El experto afirmó que “no hay bloqueo, solo un embargo parcial” y estas son dos cuestiones absolutamente diferentes. Mientras que un bloqueo haría que Estados Unidos impida el movimiento de mercancías y de personas hacia y desde Cuba, las leyes estadounidenses que constituyen el embargo tan solo limitan lo que los ciudadanos y las empresas estadounidenses pueden hacer en relación con Cuba.

Estados Unidos no prohíbe nada a Cuba. Pero Estados Unidos está en el derecho soberano de imponer las restricciones que estime pertinentes con los ciudadanos estadounidenses. “Los países imponen rutinariamente aranceles a otros países, prohíben productos, aplican controles fronterizos basados ​​en la nacionalidad y bloquean la participación de empresas extranjeras”, dijo Young.

La única vez que hubo un bloqueo estadounidense a Cuba fue en 1962, cuando Fidel Castro colocó armas nucleares soviéticas en la isla y, entonces, una flota de barcos estadounidenses y latinoamericanos la bloqueó durante 13 días hasta que los misiles fueron retirados con éxito. Aparte de esos 13 días, no ha habido “bloqueo” ni “asedio” a Cuba, añadió.

Cuba comercia con todo el mundo, incluidos los Estados Unidos. Los datos más recientes muestran que en 2020 Estados Unidos exportó bienes por valor de 177 millones de dólares a Cuba e importó bienes por valor de 15 millones de dólares. Y, en los primeros cinco meses de 2021, Estados Unidos ya ha exportado 134 millones de dólares en bienes a Cuba.

Estados Unidos es el mayor exportador de alimentos a Cuba, siendo el pollo congelado el principal producto de exportación. Los alimentos y muchos otros artículos, como los productos médicos, están exentos del embargo, puntualizó Young.

Poner fin al embargo estadounidense no supondría una gran diferencia para Cuba, porque el problema esencial del país es el fracaso del modelo económico impuesto por el régimen. Antes de la toma del poder por la dictadura comunista, la mayor exportación cubana a los Estados Unidos era el azúcar y la segunda exportación más importante era el café. Ambos sectores fueron destruidos gracias a la gestión castrista.

De hecho, el monopolio azucarero estatal cubano Azcuba admitió que la zafra 2020-2021 fue “una de las peores en la historia de Cuba” con una cosecha de 816.000 toneladas, la más baja desde 1908. En 1959, año en que tuvo lugar la revolución de Fidel Castro, la cosecha fue más de seis veces mayor con 5,6 millones de toneladas. En ese entonces, había 156 ingenios azucareros hoy existen 56 y de estos solo 38 operan. Las causas del fracaso azucarero fueron expuestas por el presidente de Azcuba, Julio García, y van del bajo desempeño a las “deficiencias organizativas y de gestión”.

Un dato relevante expone la ineficiencia del régimen. Nótese que el consumo interno de azúcar está entre 600.000 y 700.000 toneladas anuales. Adicionalmente, Cuba tiene un acuerdo para vender a China 400.000 toneladas anuales. Si Cuba pudiera volver a exportar azúcar a los Estados Unidos, tampoco podría hacerlo porque ni siquiera está en capacidad de producir suficiente para el abastecimiento de los mercados existentes.

Con el café la historia es similar. El sector colapsó tras la nacionalización y los controles de precios. Ahora Cuba raciona el café a sus propios ciudadanos (a dos onzas cada 15 días) e incluso debe importar una cantidad. En 1961, había 170.000 hectáreas dedicadas al cultivo de café que disminuyeron a 28.000 en 2013, según la FAO. Cuba no tiene café para venderle a los Estados Unidos. La ley estadounidense permite la importación de café proveniente del sector privado cubano. Pero el régimen de La Habana mantiene el monopolio estatal e impide a los empresarios cubanos exportar café.

Hay bloqueo en Cuba, un bloqueo que fue impuesto por el Estado cubano dirigido por el Partido Comunista de Cuba (PCC) en contra del pueblo cubano, subrayó el analista. Los cubanos están bloqueados en muchas actividades por el régimen de partido único: se les impide hablar libremente, participar en protestas pacíficas y realizar actividades artísticas no aprobadas por el Estado. Después de las recientes protestas masivas, el Estado cubano bloqueó el acceso a Internet y a muchos cubanos se les impide salir del país, dijo Young.

Asimismo, a los cubanos se les impide producir alimentos y es el Estado el que mantiene el monopolio sobre la producción. Por ejemplo, los propietarios de ganado no pueden vender queso, leche, mantequilla o carne de sus animales y son arrestados si lo hacen. El fracaso de este tipo de políticas desestimula la producción interna y con ello, por ejemplo, el régimen debe gastar divisas en la importación de queso (106 millones de dólares desde 2014), queso para la élite del partido. Naturalmente, son los jerarcas del régimen quienes se permiten comer queso, no los cubanos de a pie que no pueden pagar unos 30 dólares por 3,4 kilos de queso gouda.

Ahora bien, Cuba puede poner fin de inmediato al embargo estadounidense. Todo lo que necesita hacer, de acuerdo con la ley estadounidense, es legalizar toda actividad política, permitir la libertad de prensa, los sindicatos independientes, respetar los derechos humanos reconocidos internacionalmente y comprometerse con elecciones libres y justas en una transición hacia una democracia representativa. Estos pasos serían enormemente beneficiosos, pero no serán aprobados por la élite comunista cubana que no podría vivir por más tiempo a expensas del resto de la población, notó el experto.

Las sanciones estadounidenses tampoco se aplican a muchos productos del sector privado cubano. Si el régimen cubano quisiera que Cuba exporte a Estados Unidos, liberaría al sector privado para hacerlo, pero los comunistas cubanos no están realmente interesados ​​en recibir ayuda de Estados Unidos, a excepción de la recepción de divisas, bloquean incluso la asistencia humanitaria.

El régimen rechazó la oferta de vacunas gratuitas hecha por el presidente Biden y optó por su vacuna que, en realidad, no parece funcionar. La dictadura cubana también ha bloqueado diez vuelos semanales de ayuda humanitaria, desde los Estados Unidos, para paliar en alguna medida los efectos de la pandemia de covid-19.

No hay que perder de vista que Cuba recibe $ 6 mil millones de dólares en asistencia humanitaria anual de los Estados Unidos (alrededor de $ 3 mil millones en remesas y $ 3 mil millones en ayuda material), más cientos de millones de ingresos en pagos por telecomunicaciones en la isla. Esto proviene principalmente de la fuerte diáspora cubana de 2,3 millones que viaja regularmente a la isla, dejando incontables millones más al gobierno cubano. Tanto las ayudas como los viajes están exentos del embargo.

Los comunistas cubanos están interesados ​​en instrumentalizar las sanciones como una excusa para explicar el fracaso de su régimen y Joe Biden acaba de extender las sanciones a Cuba por un año más. ¿Sería mejor eliminarlas, ya que tienen poco efecto práctico y sirven en gran medida como herramienta de propaganda a los comunistas cubanos y a la izquierda occidental? Desafortunadamente, la izquierda pronto encontraría alguna otra excusa para explicar y justificar el fracaso del comunismo cubano, concluyó Young.

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