Autoridades rusas mantienen detenidos a tres cubanos que intentaron ingresar desde su territorio a la Unión Europea (UE) cruzando sobre colchones inflables el río Narva, que separa a la nación euroasiática de Estonia, país miembro del bloque comunitario.
Los antillanos fueron recluidos en un centro de detención para migrantes cerca de San Petersburgo, y se les impuso una multa y una orden de deportación a Cuba, desde la que se puede viajar a Rusia sin visa, pero no a ninguno de los estados miembros de la UE.
Según los guardias fronterizos rusos que participaron en la detención, en declaraciones citadas por la BBC, los cubanos esperaban llegar a España, donde vive la hija de uno de ellos.
Las autoridades han dado pocos detalles de los detenidos. Sólo han dicho que son ciudadanos cubanos nacidos en 1968, 1970 y 1992, y que habían planeado el cruce tras estudiar cuidadosamente el terreno local y obtener los colchones inflables.
Con ellos, siempre según el referido medio, se encontraron bolsas que contenían pertenencias personales, artículos de tocador y documentos de identidad.
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Decenas de miles de cubanos han intentado abandonar Cuba durante los últimos 60 años, pero en la mayoría de los casos los intentos de migración ilegal tienen a Estados Unidos como destino, ya sea por mar o por tierra.
Los intentos de cruce del río Narva desde Rusia han sido ocasionales y no exclusivos de cubanos. En 2018, un hombre que decía ser egipcio fue rescatado por guardias fronterizos estonios.
La pequeña nación europea, al igual que sus vecinos bálticos Letonia y Lituania, fue parte de la extinta Unión Soviética hasta 1991. Desde ese entonces ha mantenido relaciones tensas con Rusia, al punto de que la OTAN tiene dispuestas fuerzas de combate allí para disuadir cualquier acción militar del país euroasiático.
Con información de BBC