“Regalar heladeras, garrafas, viajes de egresados, planes, platita, lo que sea, lo que venga. Qué triste no escuchar nunca la palabra trabajo, esfuerzo, futuro, porvenir. Los va a volver a derrotar la dignidad del pueblo”, escribió el caricaturista Cristian Dzwonik en su cuenta de Twitter @Nikgaturro.
Aníbal Fernández, el máximo responsable de la seguridad del Estado en la Argentina, le respondió: “Muchas escuelas y colegios de la CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) reciben subsidios del Estado y está bien. Por ejemplo la escuela/colegio ORT. ¿La conocés? Si que la conocés… ¿O querés que te haga un dibujito? Excelente escuela lo garantizo. Repito… ¿Lo conocés?”.
La institución educativa referida por el ministro Fernández es la escuela a donde van las hijas del Dzwonik. “Con nuestros hijos, no”, contestó el dibujante.
“El ministro de Seguridad me dedica un tweet persecutorio con una amenaza 'velada' dando a entender que conoce el colegio al que van mis hijas menores. El ministro que debe dar 'seguridad' a todos los argentinos acosa al que piensa distinto. Tengo miedo”, tuiteó Dzwonik.
Además, “el rector del colegio ORT confirmó que no recibe ningún tipo de subsidio del Estado, cero subsidio. El ministro da información falsa”, añadió el caricaturista.
Más tarde, en entrevista en radio Rivadavia, Dzwonik agregó que las palabras de Aníbal Fernández, “dichas desde el Poder, dan mucho miedo, bronca e indignación, pero sobre todo miedo. Estoy temblando”, dijo.
El ciudadano atacado por el funcionario, anunció una denuncia penal por amenazas. También hubo pedido de disculpas, a medias, por parte del funcionario kirchnerista.
El cruce entre ambos generó polémica e impacto en las redes sociales, con prolongación en la escena política, social, mediática y cultural de la Argentina. Sociedad civil, empresarios intelectuales y opositores le respondieron a Fernández y al gobierno nacional. Los medios recogieron los hechos y las distintas reacciones.
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) emitió un comunicado en el que “condena las expresiones intimidatorias del ministro Aníbal Fernández contra el humorista gráfico Cristian Dzwonik, más conocido por su apodo Nik, expresadas a través de su cuenta en Twitter.
“No naturalicemos lo que hizo Anibal Fernández, es de una gravedad enorme”, tuiteó el sociólogo Gabriel Palumbo.
Un nutrido grupo de intelectuales reunidos en el Club Político Argentino (CPA) se pronunció: “Una vez más Aníbal Fernández se ha valido de una posición pública decisiva -nada menos que la de ministro de Seguridad de la Nación- para desplegar un comportamiento claramente amenazante”.
El CPA indicó que esta actitud “choca de frente, en el espíritu y en los hechos, con el Estado de Derecho” que los funcionarios, tanto o más que los ciudadanos, “tienen obligación de respetar”.
“En lugar de cumplir con las funciones que transitoriamente desempeña, el ministro las destruye, generando inseguridad en el destinatario directo de sus intimidaciones y en cualquier otro ciudadano. A todo esto, desde la totalidad del oficialismo nos llega el ruido estridente del silencio total”, puntualizó la comisión directiva de este centro de pensamiento.
“El CPA repudia este acto que mancilla instituciones y ciudadanos, y comparte la alarma de Nik y la preocupación de todos”, concluyó.
“Todos somos Nik”, escribió este martes en la mañana el expresidente Mauricio Macri al manifestar que no salía de su asombro ante lo ocurrido.
En un hilo de Twitter, Macri contextualizó los hechos, las críticas del dibujante con la forma populista de ejercer el poder por parte del gobierno actual, y dijo que: “el ministro Fernández identificó públicamente la escuela a la que asisten las hijas de Nik, buscando no solo amedrentar al autor y a sus hijas, sino al mismo tiempo a cualquier otro ciudadano que se atreva a criticar al gobierno”.
“El final de esta época oscura está cerca”, vaticinó Macri.