Las autoridades estadounidenses reconocieron en las últimas horas que las primeras muertes por el coronavirus SARS-CoV-2 en el país ocurrieron a principios y mediados de febrero en California, veinte días antes de que se declarara el que se pensaba que era el primer fallecimiento por la COVID-19 en EE. UU.
Así lo han revelado las autoridades sanitarias del condado de Santa Clara, en California (EE.UU.) que explicaron en un comunicado que las autopsias de dos personas que murieron en sus hogares los pasados 6 y 17 de febrero han revelado que enfermaron de la COVID-19.
La presencia del coronavirus en esos fallecidos fue determinada por muestras de tejido y posteriormente ratificada por los gubernamentales Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Hasta ahora se creía que la primera muerte relacionada con el coronavirus en EE.UU. se produjo el pasado 29 de febrero en el área de Seattle, en el estado de Washington, el más afectado en la primera fase de la pandemia en EE.UU., aunque luego se descubrió que dos personas que fallecieron el 26 de febrero también habían contraído el virus.
La directora médica del condado de Santa Clara, Sara Cody, señaló en una entrevista con el diario The New York Times que los fallecimientos por coronavirus que han salido ahora a la luz son "probablemente la punta de un iceberg de tamaño desconocido".
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Cody explicó que las personas que murieron a principios y mediados de febrero no tenían antecedentes de viajes conocidos que las hubieran podido exponer al virus, por lo que se entiende que lo contrajeron en ese condado.
Los casos confirmados de la COVID-19 en Estados Unidos superan los 826.248 y los fallecidos alcanzan los 45.153, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.