Aumentan casos de trabajadores infectados en plantas de carne en EE.UU.

Un aumento en los casos de coronavirus en las plantas de carne en EE.UU. tiene preocupados a productores y consumidores. La compañía Cargill Inc. cerró una planta de envasado en Pensilvania después de que más de 160 trabajadores dieron positivo
Trabajadores empacando en planta de carne
 

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Cientos de infecciones con la pandemia del coronavirus reportadas en la última semana de trabajadores plantas de empacadoras de carne en Estados Unidos tiene preocupados a productores y consumidores.

Según revelaron funcionarios sindicales en una instalación de carne de res de JBS S.A. en el condado Weld de Colorado, 50 personas dieron positivo al nuevo virus. Esta cifra de contagios se suma a más de 160 casos en una planta de Cargill Inc. en Pensilvania.

El viernes pasado, en una nota de Associated Press, la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, informó de “190 casos en una instalación porcina de Smithfield Foods Inc. Las plantas de Cargill y Smithfield se están cerrando, mientras que JBS continuará operando”, aseguró.

Funcionarios del sindicato de minoristas, mayoristas y grandes almacenes, que representa a miles de trabajadores avícolas, informaron del deceso de dos trabajadores, uno de la planta de carne de Greeley, Colorado, y otro de la de Pensilvania, instalaciones propiedad de JBS S.A., el principal productor de carne del mundo.

Ante la presión sindical por la ausencia de los detalles de los fallecimientos y otros posibles contagios, la administración de esta unidad estadounidense del empacador de carne brasileño respondió en un comunicado enviado por correo electrónico: “estamos ofreciendo apoyo a esos miembros del equipo y sus familias. Por respeto a ellos, no divulgamos más información. A medida que nuestras comunidades y país enfrentan colectivamente el desafío del coronavirus, JBS USA ha tenido miembros del equipo afectados por el COVID-19”. 

A pesar de no se han esclarecido totalmente los fallecimientos de los trabajadores de las plantas de carne, y si están relacionados con los lugares de trabajo, varias noticias exponen preocupaciones sobre “la vulnerabilidad de las cadenas de suministro mundiales que son necesarias para mantener las tiendas de comestibles abastecidas después de que las compras de pánico dejaron los estantes vacíos”, indica una nota de Los Ángeles Times.

 

 

El presidente Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence abordaron el salto repentino en los casos en las plantas de carne cuando hablaron con los periodistas el viernes.

“Hasta 300 personas han sido “impactadas” por el coronavirus en la planta de carne de Colorado”, dijo Pence.

En tanto, Trump mencionó: “Estamos viendo este gráfico donde todo se ve hermoso, luego se está cayendo y tienes este incremento. Y pensé: ‘¿Qué le pasó a Denver’. Y tanta gente, tan rápidamente”.

La planta de Greeley está a unos 65 kilómetros al noreste de Denver y cuenta con más de 3.000 empleados, según el sitio web de la empresa JBS.

Mientras tanto, el sindicato local envió una carta a varios funcionarios de la compañía y del condado exigiendo que la planta de Greeley se cierre por al menos una semana para “limpiezas profundas repetidas y extensas”. El sindicato solicitó que a los empleados se les paguen salarios regulares durante el cierre, y que al reabrir los trabajadores reciban $3 adicionales por hora como “pago de riesgo”.

En el actual y difícil escenario de la pandemia en Estados Unidos, los empleados organizaron huelgas en reclamo por las condiciones de trabajo. En las empacadoras de carne, las estaciones en las líneas de procesamiento pueden estar muy juntas, por lo que resulta casi imposible cumplir con el distanciamiento social indicado y la mayoría de los trabajadores comparten descansos y vestuarios.

A medida que los casos se extienden desde las principales ciudades a las zonas rurales las  plantas en casi todo Estados Unidos han comenzado a reducir la producción. Smithfield, con sede en Virginia, el mayor productor de carne de cerdo del mundo, anunció que cerrará su planta de Dakota del Sur durante tres días. La compañía suspenderá las operaciones en una gran parte de la planta (con 3.700 empleados) el sábado y cerrará los domingos y lunes.

Smithfield aseguró en un comunicado que durante la suspensión, “el personal esencial repetirá la rigurosa limpieza profunda y desinfección que se ha llevado a cabo en las instalaciones e instalará barreras físicas adicionales para mejorar aún más el distanciamiento social. A los empleados se les pagará por las horas previamente programadas durante el cierre temporal”.

 

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