Usted no se imagina lo incómodo que es trabajar la tierra con un nasobuco

Agricultores cubanos hablan de lo incómodo que resulta trabajar la tierra con nasobuco puesto. Aunque reconocen que se deben proteger
campesinos se quejan del trabajo con nasobuco
 

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Este 7 de abril el periódico estatal Escambray reseñó cómo se desarrolla el trabajo agrícola en Sancti Spíritus en las actuales circunstancias.

A través de un texto publicado en su sitio web, el Escambray explica que a pesar de ya formar parte de la agricultura nacional producir alimentos bajo la presión de las contingencias y las limitaciones de recursos, lo que a cualquiera pudiera hacerle pensar que en el contexto del enfrentamiento al COVID-19 las cuentas en materia de agricultura no se modifican porque las misiones son harto conocidas, lo cierto es que la tierra está fuera del aislamiento laboral, algo que sitúa al surco en el otro epicentro de la pandemia.

Según el periódico estatal "esto explica por qué el Sistema de la Agricultura en Sancti Spíritus encarrila un laboreo inmediato y perspectivo en respuesta a las necesidades de comida de estos días y para los meses posteriores", pues basta otear el horizonte local y mundial para entender que la mayor seguridad alimentaria para Cuba se asienta en las reservas productivas del campo.

Como parte de su trabajo el periódico Escambray se acercó hasta los linderos de Banao, donde los productores no han dejado de trabajar la tierra aunque sí han tomado las medidas para hacer frente al COVID-19, como es el uso de nasobucos.

Al respecto Dulce María Barea Salabarría, vicepresidenta de la UBPC Serafín Sánchez, declaró que "esto no puede ser un plan más ni el entusiasmo de unos meses, porque es algo muy serio, somos responsables y disciplinados, aquí no caben las equivocaciones ni escudarnos en lo que falta, hay que respetar y cumplir con lo que tengamos a mano este sagrado compromiso de sembrar y producir en medio de una situación tan difícil".

 

Por otro lado el periódico estatal dijo que "para los cubanos es una suerte que esta emergencia sanitaria con aislamiento social incluido coincida con la época de la papa porque representa un respiro en la mesa familiar. Sin embargo, la realidad obliga a mirar adelante y sin espantar el asombro ante tan aguda sequía, no quedan más caminos alimentarios que los que conducen a la tierra".

De igual manera dijo que "puede que sea también una casualidad que el replanteo de la Agricultura ante el nuevo escenario ocurra en la antesala de la primavera y la preparación de suelos en este período es algo habitual, aunque su alcance es una incógnita ante la carencia de combustible, más es de esperar que la paralización de otras actividades permita avivar el empleo de la maquinaria agrícola".

En conversación con Escambray, Luis Pentón Ramírez, integrante de la Cooperativa Julio Calviño, explicó que no ha querido perder tiempo, esperar los recursos o que la lluvia regrese a Banao, por eso en los últimos días ha estado ocupado en la siembra de una hectárea de yuca, sin descuidar las vacas en ordeño ni la ceba de toros.

"Compré el combustible, preparé la tierra, ahora con la turbina la mojé para que el cultivo se prenda, cuando complete la siembra le daré otro riego. Es muy delicado el momento que estamos viviendo y la situación que se ha creado con esta enfermedad, sabemos que no hay recursos, pero no queda otra que producir y entregar la comida; usted no se imagina lo incómodo que es trabajar la tierra con un nasobuco, pero nos tenemos que proteger", explicó el campesino.

Por su parte Isidro Hernández Toledo, director de producción en la Empresa Agropecuaria Banao, destacó el rol productivo de ese polo que agrupa a más de 1000 campesinos, de los cuales unos 900 trabajan los cultivos varios y donde pese a la severa sequía quedan reservas de agua subterránea.

"Hay que decir que en la mayoría de los campesinos hay un entendimiento del esfuerzo que está pidiendo el país y este compromiso por productor, y no a nivel de Cooperativa, permitirá un mejor control de la siembra y la cosecha. Estamos en un momento donde no cabe un plan de entusiasmo y nadie en toda la cadena de la agricultura puede fallar ante este reclamo de dar más comida", añadió.

Sin lugar a dudas la actual emergencia sanitaria obliga a los productores a no quitarles las manos al surco, sería el colmo que a la ya existente crisis alimentaria, se le sumará una baja producción agrícola.