Quién sabe en qué armatoste se movía Carlos Otero cuando era un presentador de la televisión cubana. Ahora, en Estados Unidos, y tras años de una exitosa carrera en el circuito comercial de Miami —la capital del Caribe—, ya tiene su camioneta Mercedes-Benz GLE.
¿De qué estamos hablando? No es cualquier cosa, sino un auto Premium, de las mejores marcas del mundo: su precio de entrada está por encima de los USD 70 000. Tiene un motor seis cilindros turbo, con 429 caballos de fuerza y 384 libras pie de torque, o un biturbo de ocho cilindros con 603 caballos en su versión más equipada, con 627 libras pie.
Además, añade un motor eléctrico para acelerar en bajas revoluciones —lo común en ciudades— que reduce el consumo de combustible. Para quien no esté familiarizado con las características de los autos: es una verdadera bestia, capaz de acelerar rapidísimo y brindar un confort de manejo que solo garantizan las mejores marcas del mundo, como Alfa Romeo, Porche y Aston Martin.
Sería abrumador describir todas las características de este auto, que vienen bien detalladas en la página web de la firma alemana en Estados Unidos. Pero todo en él es excelente, supremo, superlativo. Su diseño combina la delicadez de un auto de lujo, la rapidez de un deportivo y la robustez de un jeep.
Pero tal vez haya que mencionar algunas cosas: el kit completo de seguridad, asientos de piel, última tecnología de comunicación, un display transparente que da la impresión de estar pilotando un caza de combate… Mercedes no escatima en lujos ni gastos.
“Tengo lo que tenía que tener”, escribió Carlos en su cuenta de Instagram, donde se lo ve muy orgulloso al lado de su purasangre alemán. Y uno lo entiende, porque para eso trabaja toda la vida y se gasta 70 o 100 mil dólares: para disfrutar cada segundo de un super-coche, velocidad, confort y sensaciones.
Si se hubiese quedado en Cuba, esto es a lo más que hubiese aspirado: