El ex pelotero cubano de Grandes Ligas, Yunel Escobar, debuta como empresario en Estados Unidos. El deportista de 37 años fue un “balsero” que se fue de la isla y logró abrir su historia en las MLB en 2007, con los Bravos de Atlanta, el primer equipo de varios durante una exitosa carrera.
El beisbolista habanero, hizo una fortuna de $38 millones de dólares jugando profesionalmente, y ahora pretende asegurar su retiro.
“Nosotros prácticamente en Cuba estábamos presos”, aseguró Yunel Escobar a Radio-Televisión Martí.
“Cuando estas encerrado en una isla y no puedes expandir tu futuro, no puedes expandir tu talento, estamos presos. Si me hubiera quedado ahí, estaría preso como estamos todos los cubanos”.
En un texto del periodista Bobby Salamanca Jr., el ex pelotero cubano anunció que abre sus puertas en Miami el “Batter’s Box”, el ambicioso proyecto que pretende hacer crecer hasta otras ciudades del estado de la Florida.
“Se trata de una especie de parque temático en el que se puede seguir el recorrido de Escobar, quien jugó 11 temporadas en las Mayores y vistió las camisetas de cinco organizaciones. También reservó un espacio para los Industriales, equipo con el que se inició en la pelota cubana”, explica el artículo.
Según Radio-Televisión Martí, la historia de Escobar se presenta allí “de manera impecable por los pasillos de una instalación montada con exquisito gusto”.
El centro tiene cuatro cajas de bateo “dotadas de tecnología de primera”. Escobar define la experiencia como “una combinación entre jugar PlayStation y batear en la vida real”.
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El novato empresario, aunque experto atleta, espera que “Batter’s Box” (9740 SW 24th St. en Miami) se convierta en una atracción para miles de personas.
Con el espacio “quise tratar de que la familia se reuniera. Donde los padres y los niños pudieran llegar aquí y pudieran sentir lo que es el amor por el baseball”, expresó Escobar durante la presentación de su proyecto a la prensa.
“Batter’s Box” pretende operar como un club donde los miembros deberán abonar entre $10 y $30 para formar parte del mismo. Entre los beneficios se cuentan la posibilidad de realizar desde fiestas familiares hasta actividades más simples: jugar baseball en un mundo mágico creado para fanáticos y también aquellos que no se sienten tan cercanos al deporte de las bolas y los strikes, explicó Bobby Salamanca Jr. en su artículo.
