Sacerdotes yorubas de Miami pronostican que el 2022 viene acompañado de “evolución, desenvolvimiento firme y riqueza”, anunció la comisión Kolá Ifá Ocha, organizadora de la Letra del Año en la ciudad de la Florida.
Un grupo de babalawos reunidos el 31 de diciembre en una casa de Miami, “en representación de la mayoría de las familias religiosas [afrocubanas] en Estados Unidos”, realizaron la ceremonia de interpretación del oráculo de Ifá para “leer” el futuro de la comunidad cubanoamericana.
Aunque el nuevo año impondrá retos, serían menores que los precedentes en pandemia y ya se habla de cambios para bien. “Vamos a tener todas las de ganar porque tenemos las condiciones creadas, pero tenemos que poner de nuestra parte”, afirmó Javier Aguilar, portavoz de la Comisión de la Letra del Año para Miami y Estados Unidos, indicando la importancia de la “responsabilidad individual”, según reporte de El Nuevo Herald.
“Olofin dice textualmente: ‘Mientras pongas de tu parte, te proveeré de un razonamiento lógico para que puedas encontrar un bienestar emocional’”, añadió Aguilar.
Para Estados Unidos la Letra del Año es diferente a la que se difunde en Cuba. Según el medio citado, la razón que explican los religiosos es que las condiciones de los países cambian y, por lo tanto, también el signo regente.
El orisha regente en la Letra de Miami es Eleggua, y el acompañante es Oshun. Mientras que el signo regente para Estados Unidos es Irete Untelu.
“Las Letras por todos lados nos dicen que necesitamos unificar al colectivo sobre la base de una cabeza mayor, de una persona que nos ayude a entender las cosas”, afirmó Aguilar a El Nuevo Herald.
En la isla, además de la Letra del Año difundida por la Asociación Cultural Yoruba de Cuba (reconocida por el gobierno), existen otras que algunos religiosos prefieren, como la obtenida por la independiente Comisión de la Letra del Año “Miguel Febles Padrón” o la de las mujeres Iyaonifá o sacerdotisas de Ifá cubanas.
Son una guía espiritual muy esperada por creyentes de las religiones afrocubanas y también por no creyentes, debido a que contiene pautas y revelaciones que interesan a toda la sociedad y se enmarcan en las más arraigadas tradiciones cubanas.
Letra de la Asociación Cultural Yoruba
Entre sus pronósticos advierte de los problemas cardiovasculares y respiratorios, a la vez que recomienda “organización en todas las esferas de la vida” y “paciencia y serenidad” para encarar las adversidades cotidianas.
La divinidad regente para el año recién iniciado es Obatalá, acompañada por Oshanla. Según los sacerdotes yorubas, la oración profética que caracteriza a 2022 es “Un bien de salud firme al pie de Oduduwa”.
Otras enfermedades pronosticadas en la Letra del Año son las vinculadas a los vasos sanguíneos y la linfa, los trastornos del sistema nervioso, enfermedades de transmisión viral y de transmisión sexual, reumatismo, ceguera y afecciones visuales.
El documento insta a “ser humildes y sencillos, evitar la soberbia y las malas formas”, “velar por el cuidado de la higiene y las medidas sanitarias para evitar la propagación de enfermedades contagiosas”, y a “prestar mayor atención en el hogar a la educación de los niños y jóvenes”.
También recomienda el establecimiento de “Acuerdos favorables sobre Políticas Migratorias para evitar pérdidas de vidas humanas” y “fortalecer el trabajo educativo y social para reducir los hábitos de tabaquismo y alcoholismo en la población”.
La Letra obtenida por los sacerdotes de Ifá para el año en curso llama a continuar prestando una atención especial a los adultos mayores, “respetar la Institución del Matrimonio” y cuidar y fomentar los programas de protección materno-infantil.
Como refranes del signo regente (Baba Eyiogbe), el documento recuerda que “es un error no aprender de los errores cometidos”, que “mientras hay vida, hay esperanzas” y que “la cabeza lleva el cuerpo y un solo rey gobierna un pueblo”.
Comisión independiente recomienda respetar diversidad
La Comisión Independiente “Miguel Febles Padrón” divulgó su Letra del Año 2022 y en ella recomienda respetar la diversidad para lograr una convivencia armónica, así como rescatar “los valores éticos y morales de la sociedad, como herramienta fundamental en la formación de nuestros hijos”.
Las predicciones obtenidas por los babalawos independientes también llaman a reforzar la higiene, evitar las aglomeraciones públicas y hacer un mayor uso de la medicina verde como alternativa, a la vez que advierten de complots “donde varios se unen para perjudicar a una persona”.
Esta Letra del Año la realizó la Comisión tras su separación de la oficiosa Asociación Cultural Yoruba de Cuba en 2021, cuyas predicciones han sido acusadas de responder a un status quo favorable al régimen cubano.
Ambos grupos de babalawos cubanos habían decidido desde el 2015, por el bien de la religión, establecer una sola Letra del Año. Sin embargo, para la edición de 2021 fueron excluidos los sacerdotes de la Comisión, lo que a la postre provocó una nueva escisión.
Las predicciones de la Comisión Independiente fueron develadas en la Casona de Cuquita de la avenida de Diez de Octubre, en el homónimo municipio habanero y sede tradicional del grupo. Si bien tienen varias similitudes con las de la ACYC y ambas refieren a Obatalá como la divinidad regente para 2022, difieren en varios aspectos claves como la divinidad acompañante y la oración profética.
Ambas versiones de la Letra del Año pronostican entre las enfermedades de cuidado las relacionadas con problemas cardiovasculares y respiratorios, así como con trastornos del sistema nervioso.
La Comisión Independiente prevé también enfermedades en la piel como escabiosis, de alta incidencia en Cuba en el último año, e “intoxicaciones provocadas por medicamentos vencidos o en mal estado”, derivado quizás de la aguda escasez de medicamentos que padece la isla.
Entre los acontecimientos de interés social, la Letra del Año de la Casona de Diez de Octubre, como es conocida por muchos de sus seguidores, destaca la necesidad de “preservar la unidad familiar por sobre todas las cosas” y de “tomar serias medidas para evitar la violencia doméstica con sus fatales consecuencias”.
También insta a “extremar las medidas en la educación de los menores, para evitar posibles deformaciones de la conducta” y advierte de “un incremento de la violencia en las relaciones interpersonales”.