Muere en Miami el activista cubano Oscar Peña, víctima del coronavirus

Peña, quien fuera el último presidente del Comité Cubano Pro Derechos Humanos, se graduó de Ciencias Políticas, Filosofía e Historia en la Universidad de La Habana, en 1978.
Oscar Peña
 

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El activista cubano Oscar Peña, exiliado en Estados Unidos, murió este  jueves en Miami a causa de la COVID-19, la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus.

Peña, quien fuera el último presidente del Comité Cubano Pro Derechos Humanos, se graduó de Ciencias Políticas, Filosofía e Historia en la Universidad de La Habana, en 1978.

El activista cubano también fue uno de los fundadores del Movimiento Cubano de los Derechos Humanos y Democracia. Tras exiliarse, se tituló como periodista en la Universidad de Miami.

Luego de conocerse su muerte, Radio Televisión Martí reprodujo las palabras del activista Sebastián Arcos Cazabó sobre Peña.

“Otro de los buenos que se queda por el camino sin ver lo que tanto quería: una Cuba libre”, lamentó. “Siento mucha tristeza y pesadumbre por la partida del luchador”, agregó.

Según Arcos Cazabó, inicialmente Peña se montó “en el carro de la Revolución”, pero luego se dio cuenta de que aquello era “una estafa” y tuvo “el inmenso valor de romper filas, renunciar al partido comunista e incorporarse a la oposición”.

En el exilio, “aún en momentos de gran tensión hacía chistes, bromeaba, pero su humor era combinado con la constancia y la energía para buscar formas de socavar al régimen”, también aseguró a Radio Televisión Martí Arcos Cazabó.

Dicho medio precisó que Peña mantuvo una labor “muy activa” en el Comité Cubano Pro Derechos Humanos y en el proyecto Cuba entre Todos. También fue columnista del diario El Nuevo Herald.

De acuerdo con el obituario publicado por Radio Televisión Martí, Peña era un hombre de posiciones moderadas. A menudo abogaba por que el régimen de La Habana hiciera reformas urgentes para mejorar la vida de los cubanos.

También, en marzo de 2020 firmó una petición dirigida a Donald Trump que pedía poner fin al embargo de Estados Unidos hacia Cuba.

Para él, el embargo estuvo justificado cuando se impuso en 1963, pero después de 60 años pensaba que suspender la medida habría significado un gesto humano y político.

 

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