El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) investigará el secuestro de un camión de la compañía de correos UPS y el tiroteo entre los sospechosos y la policía de Miami, que dejó un total de cuatro muertos, entre ellos el chofer del vehículo secuestrado, el joven Frank Ordóñez.
El conductor era de origen ecuatoriano y padre de una niña de 5 años. Según su perfil en redes sociales, estudió en el Miami Dade Community College y vivía en Hialeah Gardens. Además del joven, en la balacera murieron los dos atacantes y otro hombre que aún no ha sido identificado por las autoridades.
El tiroteo fue el final trágico de un intento de robo: dos ladrones intentaron asaltar una joyería en Coral Gables, y tras intercambiar fuego en el local, secuestraron un camión de UPS y huyeron de la policía por diferentes autopistas. La persecución policial se extendió por 29 millas, hasta la intersección entre Flamingo Road y Miramar Parkway.
Allí los delincuentes aumentaron su agresividad, y la policía respondió. En el fuego cruzado murió el joven Ordóñez, que se encontraba dentro del vehículo.
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“Nos entristece profundamente saber que un proveedor de servicios de UPS fue víctima de este acto de violencia sin sentido”, dijo a la prensa David Graves, portavoz de UPS. El hombre también ofreció condolencias “a la familia y amigos de nuestros empleados y a las otras víctimas inocentes involucradas en este incidente”, informó.
George Piro, agente especial del FBI, dijo la noche del jueves en una conferencia de prensa que aún hay muchas preguntas sobre incidente. Los reporteros le preguntaban sobre la posibilidad de que el rehén hubiera sido abatido por la policía tras.
“Es muy temprano en la investigación y sería completamente inapropiado discutir eso (…) Acabamos de comenzar a procesar la escena del crimen. Como se puede imaginar, esta será una escena del crimen muy complicada”, agregó.
Piro dijo que la cuarta víctima del tiroteo estaba en otro automóvil en la intersección donde ocurrió la balacera, y era un “espectador inocente”.
La autoridades supieron del hecho criminal cuando recibieron una alarma silenciosa procedente de la tienda Regent Jewelers en Coral Gables. Ed Hudak, jefe de policía de esa ciudad, dijo a la prensa que al llegar a la tienda apenas 90 segundos después, los oficiales vieron a los dos sospechosos ya disparando. Esto habría sucedido poco después de las 4:00 pm, precisa Univisión.