El cubano Ariel Romero Velázquez, de 49 años, murió ayer en Miami Beach intentando salvar a una niña de 11 años y su padre mientras se ahogaban en el área de la calle 54 y avenida Collins.
La viuda de Romero, Ana Pérez, nunca imaginó que la conmoción en la escena, alrededor de las 5:45 p.m., tenía alguna relación con su esposo, a pesar de que la presenció a través de la televisión.
“Ya estaba echando espuma por la boca, ya no estaba consciente, le vi los ojos medio abiertos, pensé que estaba despierto. Esto es muy duro”, declaró Pérez a la cadena Telemundo este viernes.
Por su parte, Ariel Romero Velázquez, hijo del buen samaritano, dijo a la televisora: “buen padre, buen esposo, buen hijo, buen todo, ha ayudado a todo el mundo, siempre va a estar en mi memoria, es mi papá y yo lo quiero”.
Otro hombre que logró sobrevivir, Howard Stover, ayudó a rescatar a la pequeña, pero el padre de la menor, identificado como Kirk Munguía, de 42 años, murió ahogado. Su cadáver fue encontrado esta mañana.
Romero Velázquez se encontraba disfrutando de un día normal de playa cuando presenció la escena en el agua, a unos 200 metros de la orilla. Un padre y una menor de edad trataban desesperadamente de mantenerse a flote.
Instantes antes el padre y la menor estaban subidos a una balsa inflable, pero una fuerte ola los volteó. El cubano, desde la orilla, presenció cómo el hombre intentaba subir a su hija al inflable sin poder conseguirlo.
Sin pensarlo dos veces, este cubano residente en Hialeah y padre de tres pequeños hijos se lanzó al agua. La corriente de resaca era fuerte, pero así y todo él intentó llegar a ellos.
Rafael Reig, vocero del Departamento de policía de la playa de Miami Beach, dijo sobre el suceso que Romero murió como un héroe y ese es el único consuelo que le queda a su familia.
“Como un héroe, todo el mundo no hace lo que él hizo. Es que hasta me dijeron que había donado sus ojos, sus órganos, estaba de acuerdo con donar sus órganos, sus ojos”, declaró.
