El alcalde de Miami, Francis Suárez, respaldó la decisión de suspender al jefe de Policía de Miami, Art Acevedo, y calificó su contratación como “episodio desafortunado” en rueda de prensa este 13 de octubre.
Suárez apoyó el documento de la administración de la ciudad donde explica las razones del despido y apuntó la que podría ser la razón de fondo de esta decisión: el conflicto entre Acevedo y algunos miembros del gobierno de la ciudad de Miami.
Manuel Reyes, comisionado municipal, entrevistado por América Noticias, especuló que Acevedo podría estar preparándose para poner una demanda millonaria contra el gobierno de la ciudad, pero dijo que las autoridades están preparadas para un caso como este.
En un correo de despedida a la fuerza policial, el exjefe de Policía dijo que “pelearía” por eliminar la influencia negativa del ayuntamiento sobre el Departamento de Policía, agregó el medio.
La víspera, el administrador municipal, Art Noriega, comenzó el proceso de despido de Acevedo, luego de una polémica con los políticos y funcionarios locales que ya dura varias semanas.
Noriega confirmó en un comunicado que la relación entre la ciudad y el jefe de policía se había vuelto “insostenible y debía resolverse de inmediato”.
El subjefe de la policía Manny Morales asumirá el cargo de jefe interino hasta que se consiga un reemplazo permanente, confirmaron funcionarios de la ciudad de Miami.
En las últimas semanas, los comisionados de Miami sostuvieron dos reuniones en las que discutieron las acciones de Acevedo como jefe y pidieron una investigación sobre su contratación luego de que acusara a tres comisionados de interrumpir esfuerzos de reforma e interferir con una investigación al sargento Luis Camacho, al que despidió de su cargo por presuntas irregularidades.
Acevedo también fue criticado por calificar como “mafia cubana” a quienes dirigen la fuerza policial del municipio floridano, lo que provocó descontento en la comunidad de exiliados cubanos de la ciudad.
Esta medida se lleva a cabo después de que Acevedo, de 57 años, renunciara como jefe del Departamento de Policía de Houston para dirigir la agencia policial de Miami.
En sus cuatro años como jefe de la policía de Houston, se ganó una reputación nacional por renovar los estándares nacionales sobre el uso de la fuerza policial y el control de armas, así como al marchar con los manifestantes después del asesinato del afroamericano George Floyd.