Campesino cubano denuncia atropellos del Ministerio de Agricultura en su contra por más de diez años
El campesino considera que los daños ocasionados ascienden a ocho millones de pesos.
Actualizado: January 3, 2025 3:53pm
Miguel Maikel Hernández Paneque, campesino e impedido físico de Báguanos, Holguín, lleva más de diez años enfrentando actos de injusticia, atropello e indiferencia por parte del Ministerio de La Agricultura en Cuba, representado por el Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la Agricultura (Gelma).
La periodista de ADN Cuba Yunia Figueredo expuso el caso en un reportaje en el cual el campesino relata su larga lucha contra la injusticia del régimen y sus estructuras.
En exclusiva, Hernández Padilla cuenta que ha recurrido a diversas instancias del régimen exigiendo justicia por pérdidas de cosechas, daños materiales a su vivienda y la imposición de una deuda, sin que se le haya dado solución a su caso: " Soy un impedido físico y se han cometido todos estos atropellos contra mi persona", afirma.
Su calvario comenzó en el año 2014, con una solicitud de créditos bancarios para trabajar su finca, propiedad heredada del abuelo en su natal Báguano. El dinero obtenido fue destinado al pago de un pozo al Ministerio de la Agricultura, institución estatal que, según el ciudadano, nunca terminó el trabajo. Esto implicó la pérdida del dinero y, también, la pérdida de sus cosechas debido a que no tenía agua para regarlas.
Hernández Paneque considera que los daños ocasionados ascienden a 8 millones de pesos y sigue sin obtener respuesta.
A lo largo de estos años, el sufrimiento de Miguel Maikel extralimitó el plano de lo material cuando, en 2014, sufrió un accidente que le provocó una fractura de cadera.
El campesino denuncia que por esa causa requirió una operación de cadera, a la cual, pasados diez años, no ha podido tener acceso: " A pesar de estar ingresado aquí en el Frank País, en el 2016 me dieron el alta temporal por tres meses y nunca me volvieron a citar para operarme".
Ante esta situación, Hernández Paneque hizo varias reclamaciones, pero el régimen no cumplió con su responsabilidad, reduciendo su vida a la indigencia.
Según el testimonio ofrecido a ADN Cuba, en 2017 su casa fue incendiada por funcionarios del gobierno y, para la reparación, que nunca se llevó a cabo, se le ofrecieron recursos insuficientes para que él mismo reconstruyera su hogar.
"(...) en el año 2017, después de hacer una reclamación al Ministerio de la Agricultura, una UBPC que se llama "Oscar Blázquez" quemó mi casa allá en la provincia de Holguín y solamente el gobierno me dio unas tejitas de fibro, unos pequeños sacos de cemento y una libra de puntillas", contó.
Sin otra salida, el hombre se vio obligado a vender su finca al régimen, con la esperanza de que al menos recibiría una compensación por la propiedad, sin embargo, la transacción quedó en el aire: afirma que nunca se le pagó. Tras reclamaciones infructuosas, hoy se encuentra en la calle, sin recursos: "Estoy en La Habana ahora mismo viviendo en los portales y ellos no me pagan mi casa".
Lo más doloroso para Miguel Maikel es la indiferencia de los funcionarios. "¿Qué tiene el Estado en contra mía? ¿Por qué me hace estos actos siendo un impedido físico?", se pregunta con angustia y afirma que la respuesta a sus denuncias siempre ha sido la misma: silencio y desatención.
Ni la fiscalía ni el Ministerio de Agricultura han tomado medidas efectivas para solucionar el caso de Hernández Peneque, a pesar de que el ciudadano esgrime en su defensa pruebas documentales que respaldan su denuncia, como las investigaciones realizadas por la Fiscalía General de la República y la confirmación de que el pozo nunca fue terminado por las autoridades del MINAGRI en su territorio.
A lo largo de estos diez años, Hernández Paneque ha recurrido a medidas extremas para hacerse escuchar; se declaró en huelga de hambre y se cosió la boca frente a los decisores del régimen el 26 de enero de 2024, según recuerda, y lo declara en su testimonio.
"Tampoco me quieren pagar mi finca después de haberme tenido que coser la boca ahí en el Consejo de Ministros para que me eliminaran una deuda de la cual yo no cogí ni un solo pesito".
El ciudadano afirma que sus pérdidas y los daños ilícitos de que han sido objeto sus propiedades y su persona (al ser desamparado en su incapacidad) suman uno 8 millones de pesos.
Su caso es solo uno de tantos que evidencian la desprotección de los ciudadanos cubanos frente a los abusos del Estado. Actualmente Miguel Maikel Hernández Paneque sigue luchando por el reconocimiento de su dignidad como ser humano y ciudadano, exigiendo que se le paguen los daños y perjuicios, como lo establece la ley.
Su denuncia se enmarca dentro de un contexto de creciente violación de los derechos humanos en Cuba, donde la justicia parece ser un privilegio inaccesible para aquellos que se atreven a cuestionar el poder del gobierno.