Oficialismo asegura que el pueblo agradece trabajo de la Policía en las colas

Luego del asesinato de Hansel Ernesto Hernández el régimen se ha “esmerado” en la tarea de resaltar el papel de la policía. No hay manera de que el acoso constante, las detenciones arbitrarias, las innumerables multas que rozan el absurdo, puedan ser vistas con buenos ojos
 

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Luego del asesinato de Hansel Ernesto Hernández, joven cubano de 27 años que fuera abatido por un disparo en la espalda, dado por un miembro de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) el pasado miércoles 24, el régimen se ha “esmerado” en la tarea de resaltar el papel de los agentes en el país. Claro, desde una mirada positiva que está muy lejos de lo que sucede en la realidad.

En un artículo publicado este 30 de junio por el diario estatal Juventud Rebelde, se intenta hacer ver que el pueblo está agradecido con el trabajo de la policía, sobre todo en las enormes colas, como parte del enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19.

“Para ellos no existe descanso ni aislamiento. Su labor, tan vital en la sociedad, no les permite quedarse en casa con la familia, porque su misión, ahora más que nunca, es estar donde sea necesario, velando por la salud y el bienestar ciudadano”, celebró el periódico de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Y no es que no puedan existir casos de cubanos que digan estar complacidos con el papel de los oficiales del “orden público”, sobre todos aquellos que son colaboradores del régimen, pero la evidencia –denuncias en redes sociales, fotografías, videos…– demuestra que en los últimos meses el accionar represivo de esos agentes que tanto aplauden los medios de propaganda, ha tenido un aumento considerable.

 

 

Nada justifica el uso desmedido de la fuerza de la que han hecho gala los miembros de la PNR y la Seguridad del Estado durante la crisis generada por la COVID-19, y menos justificado está que desde los medios de comunicación estatales se busque que el pueblo vea como buena la represión; porque a eso, y no a otra cosa, es a lo que se han dedicado los cuerpos del Ministerio del Interior.


“Si en el país ha prevalecido la tranquilidad, el orden y la estabilidad de la sociedad ha sido porque esa fuerza ha entregado sus energías, su capacidad y su heroísmo para acompañar al Gobierno y las autoridades en el cumplimiento de las medidas tomadas ante la pandemia”, escribió el Juventud Rebelde, con una fuerte dosis de propaganda.

No hay manera de que el acoso constante, las detenciones arbitrarias, las innumerables multas que rozan el absurdo, puedan ser vistas con buenos ojos, mucho menos el asesinato de un cubano de 27 años, negro y pobre.

Las supuestas acciones preventivas llevadas a cabo por miembros de la PNR en viviendas, centros laborales, colas o en la vía pública, solo han servido para que el pueblo vea el verdadero rostro de la policía y su encargo: preservar el actual estado de cosas, el sometimiento que impera en el país, del cual el único beneficiado es el régimen y su dirigencia.