Este miércoles entraron en vigor las nuevas limitaciones para enviar remesas a Cuba desde Estados Unidos, medida anunciada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
A inicios de septiembre esta institución explicó que se podría enviar a la isla un máximo de 1.000 dólares trimestrales.
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Dicha medida forma parte de las nuevas sanciones anunciadas desde hace meses por la Administración de Donald Trump para limitar las fuentes de financiamiento del régimen cubano en represalia por su apoyo a Nicolás Maduro en Venezuela.
"Las remesas totales de un remitente (...) a cualquier ciudadano cubano no superarán los 1.000 dólares en períodos consecutivos de tres meses", advierte el comunicado.
La medida especifica que el destinatario de esa suma no podrá ser en ningún caso un funcionario del gobierno cubano, miembros del Partido Comunista o algunos de sus familiares cercanos.
La enmienda elimina las autorizaciones de OFAC para remesas por donativos, pero no afecta las destinadas a ONG y para el "desarrollo de empresas privadas y la operación de la actividad económica en el sector no estatal" por "personas independientes", asegura el texto.
En mayo pasado, Carrie Filipetti, "número dos" del Departamento de Estado para Latinoamérica, aseguró que se fijó el tope de 1.000 dólares porque se consideró que esa cifra "era suficiente" para permitir que los cubanos tuvieran "lo que necesitaban" sin que "involuntariamente" eso permitiera "al régimen cubano apropiarse de esos recursos", informó EFE.
Por su parte, esta mañana la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular del régimen cubano, hizo un llamado para poner fin al embargo estadounidense.
La declaración, publicada en Granma, expresa que "el bloqueo es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos del pueblo cubano y el principal obstáculo para el desarrollo de la economía cubana.