Tres opositores detenidos y una profesora golpeada en La Habana

El delicado estado de salud de la activista política Keilylli de La Mora Valle, en huelga de hambre, mantiene muy preocupada a la policía política, por lo que los agentes prefieren tener bajo control a los disidentes más activos
 

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La noche de este jueves 11 de junio, artistas del Movimiento San Isidro y personas allegadas fueron arbitrariamente detenidas por agentes de la policía, mientras tenían un encuentro en la casa del rapero Maykel Osorbo.

De inicio, la policía detuvo a Maykel supuestamente por no usar la mascarilla en la puerta de su propia casa. La artista y activista Claudia Genlui Hidalgo explicó en una directa que Osorbo estaba fumando un cigarro y atendía una llamada en el momento del arresto.

Por su parte, Luis Manuel Otero Alcántara también fue detenido y conducido a la estación policial de Cuba y Chacón, en la Habana Vieja, por filmar con su teléfono el momento del injusto arresto.

Otra de las víctimas fue la profesora, investigadora y curadora de arte Anamely Ramos González, quien fue a interesarse por los detenidos en la estación policial, donde fue agredida por agentes del Ministerio del Interior, quienes la lanzaron al suelo violentamente, provocándole heridas en la boca.

En una directa, Anamely denunció los detalles de lo sucedido con ella e informó que este viernes regresará a la estación policial para establecer una queja formal.

Unas horas antes, agentes de la Seguridad del Estado también detuvieron en su propia casa al opositor Zaqueo Báez Guerrero, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en La Habana.

Varios opositores consultados consideran que el delicado estado de salud de la activista política Keilylli de La Mora Valle, en huelga de hambre, mantiene muy preocupada a la policía política, por lo que los agentes prefieren tener bajo control a los disidentes más activos.

En la mañana de hoy fueron liberados Maykel Osorbo y Luis Manuel Otero Alcántara. En una directa compartida ambos artistas narran cómo fueron golpeados con la tonfa, lanzados al suelo y pateados por varios policías blancos, mientras permanecía esposados en al estación policial.

Los activistas consideran el suceso como un acto de racismo policial, del cual culpan al presidente cubano Miguel Díaz-Canel.

Al momento de su liberación, un oficial de la Seguridad del Estado se presentó en la unidad y dijo a Anamely Ramos González que lo sucedido es “una fisura en el sistema”.

Sin embargo, varios opositores consultados consideran que el delicado estado de salud de la activista política Keilylli de La Mora Valle, en huelga de hambre, mantiene muy preocupada a la policía política, por lo que los agentes prefieren tener bajo control a los disidentes más activos.

Estas detenciones arbitrarias temporales, que violan la libertad de movimiento de las personas, son el mecanismo más utilizado por el Ministerio del Interior para ejercer presión sobre activistas, opositores, periodistas independientes y defensores de Derechos Humanos; dado que para realizarlas no necesitan abrir causas judiciales ni establecer denuncia alguna.

El sistema judicial cubano carece de un Tribunal Constitucional independiente donde presentar demandas por estas violaciones. En su lugar, la Fiscalía General de la República tiene a su cargo velar por el cumplimiento de la Constitución, las leyes y demás disposiciones legales, pero que responde a los intereses del gobierno.

 

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