Los Reyes de España no podrán ser parte del día grande donde se celebrará el aniversario 500 de La Habana. La razón es que decidieron evitar coincidir con el dirigente venezolano Nicolás Maduro y el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, según dio a conocer el diario ABC.
Ambos mandatarios europeos ya habían confirmado que estarán en la capital cubana el próximo 16 de noviembre con el objetivo de asistir a los actos oficiales del evento, sin embargo en pasado febrero España reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
En una primera instancia se dio a conocer de que los monarcas visitarían la Isla en la primera quincena de noviembre, sin embargo la falta de acuerdo para conformar el gobierno español vio obligado a cambiar las fechas teniendo en cuenta que el próximo 10 de noviembre se celebrarán nuevas elecciones generales en el país ibérico.
Por su parte el ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell dijo que los planes no habían cambiado. "En lo que a Exteriores se refiere, no me consta que haya ningún cambio de planes. Eso no quiere decir que no los vaya a haber", comentó en declaraciones al citado medio.
De igual manera confirman que Borrell no acompañará a Don Felipe y Doña Letizia pues próximamente tomará posesión como miembro de la Comisión Europea. Falta saber entonces que rol desempeña la falta de libertad existente en la isla, donde se cometen actos violentos que vulneran los derechos humanos a lo que se suman los opositores políticos que se encuentran en prisión.
El viaje de los Reyes de España al territorio cubano tuvo sus inicios de planificación durante la etapa en que Mariano Rajoy encabezaba el gobierno español, cargo que retomó su sucesor, el socialista Pedro Sánchez.
Hasta la fecha rey español ha visitado Cuba en viaje oficial. A pesar de esto Juan Carlos I sí visitó La Habana en 1999, acompañando al entonces presidente, José María Aznar, durante la IX Cumbre Iberoamericana celebrada en La Habana.
En 2016 regresó, ya como Rey Emérito, durante los funerales de Fidel Castro. Sin embargo, en ninguno de ambos casos se trató de un viaje de Estado.