Régimen espera que los cubanos emigrados denuncien el "bloqueo"

Según el ministro de Relaciones Exteriores, los emigrados cubanos apoyan la defensa de la independencia, la soberanía y el desarrollo de la nación
Bruno Rodríguez
 

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El canciller cubano Bruno Rodríguez hizo un llamado a los emigrados cubanos para que combatan el “bloqueo” desde el exterior. “La celebración en La Habana, del 8 al 10 de abril próximos, de la IV Conferencia La Nación y la Emigración es muestra de ello”, declaró.

Con el título “Cuba cuenta con sus emigrados para combatir el bloqueo de Estados Unidos”, la agencia Prensa Latina reseñó esta intervención de Rodríguez en Twitter, que busca recabar apoyo hacia el régimen en uno de los espacios usualmente más hostiles a las políticas de La Habana: la diáspora.

Según el ministro de Relaciones Exteriores, los emigrados cubanos apoyan la defensa de la independencia, la soberanía y el desarrollo de la nación.


En otro tuit, Rodríguez aseguró que constituye una prioridad del trabajo de su Ministerio la atención y el fortalecimiento de los vínculos con los cubanos residentes en el exterior.

Sin duda, el Ministerio de Relaciones Exteriores presta mucha atención a los contactos con la diáspora. El 19 de febrero el youtuber cubano Alex Otaola reveló los vínculos del periodista cubano-americano residente en Miami, Edmundo García, con la embajada cubana en Washington, a la que sirve como “consejero” y “guía” en los asuntos de la emigración en Estados Unidos.

El influencer mostró las conversaciones de García con el vicecónsul Pedro Orlando Pérez, quien le pidió una lista de cubanos confiables –es decir, amigos de La Habana- para asistir al encuentro mencionado por Bruno Rodríguez.


Edmundo recomendó a empresarios, periodistas y profesores universitarios para asistir al evento, todos bajo el supuesto de no ser muy críticos o ser muy amigables con el gobierno cubano. Al mismo tiempo recomendó al diplomático invitar a jóvenes universitarios.

Al respecto, García dijo que debían “reclutarlos” para la “causa cubana” y que serían “atendidos” en la embajada de Cuba en Washington.

La primera Conferencia se organizó en 1994; la segunda, al año siguiente, en 1995, y la tercera, en 2004.
Muchos intelectuales, periodistas y figuras eminentes de la emigración cubana han denunciados estas conferencias como espacios de legitimación del régimen, que las utiliza como una falsa esfera de diálogo con miembros favorables a sus puntos de vista.

 

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