El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex) emitió una declaración este sábado en la que condenó la decisión del gobierno de Bolivia de romper relaciones diplomáticas con la isla a partir del pasado viernes.
Para la Cancillería del régimen, las alegaciones del gobierno presidido por Jeanine Áñez, al cual considera un régimen de facto y golpista, para romper las relaciones entre La Paz y La Habana son “infundadas y falsas”.
Áñez, presidenta interina de la nación andina desde la renuncia de Evo Morales y hasta la celebración de nuevos comicios, justificó la decisión de ruptura en el hecho de que el Gobierno cubano ha afectado sistemáticamente la relación bilateral y ha sido hostil hacia las autoridades bolivianas.
Sin embargo, para Cuba todo ello es falso. En su declaración, el Minrex afirmó que “rechaza categóricamente las infundadas acusaciones del gobierno de facto boliviano”, ya que fue éste quien, “desde su irrupción violenta en el poder, el 12 de noviembre del 2019”, desarrolló “acciones sistemáticas para deteriorar y entorpecer las relaciones bilaterales con Cuba”.
“Las autoridades actuantes desplegaron una feroz campaña de mentiras y tergiversaciones contra Cuba, en particular contra la cooperación médica cubana, que incitó públicamente a la violencia contra nuestro personal de la salud e incluyó allanamientos y registros brutales, ilegales e injustificados, acusaciones falsas y detenciones de colaboradores cubanos”, denunció la cartera de exteriores del régimen antillano, uno de los principales defensores del renunciante Morales.
Para Bolivia, a título de la Brigada Médica Cubana que prestaba colaboración en ese país se alteraron muchas evidencias, así como el accionar de “los supuestos médicos cubanos”. Ello, “con otros fines que eran más de adoctrinamientos políticos, utilizando bienes y un presupuesto que permitió hacer un gasto excesivo”.
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En su declaración, el Minrex hizo un recuento de todas las acciones que el gobierno interino boliviano, a ojos de La Habana, ha hecho para forzar el quiebre de las relaciones bilaterales.
Según manifestó, ninguna de esas acciones es ajena “a la presión del gobierno de los Estados Unidos para imponer la Doctrina Monroe en Nuestra América ni al recrudecimiento del bloqueo y la hostilidad contra Cuba”.
“Son conocidas las presiones que el gobierno del presidente Donald Trump ejerce sobre otros países para forzarlos a sumarse a sus políticas neoliberales, unilateralistas, coercitivas y violatorias del Derecho Internacional”, agregó el comunicado, que además sostiene que, “desde el mismo inicio del golpe, funcionarios del gobierno norteamericano aplicaron presiones en Bolivia para imponer el deterioro de las relaciones con Cuba, perseguir a los médicos cubanos, acosar a los diplomáticos y abortar la cooperación médica en beneficio del pueblo boliviano”.
El Minrex consideró que “las autoridades golpistas bolivianas no deberían hacer recaer sobre Cuba la responsabilidad por su decisión de suspender las relaciones diplomáticas entre ambos países”.
“La hostilidad y las ofensas no han emanado de nuestro Gobierno ni de nuestro pueblo. Cuba ha actuado con paciencia y prudencia, en defensa y protección de sus nacionales y ha evitado la confrontación a pesar de la actuación reprochable de los golpistas”, subrayó el documento, replicado ampliamente por toda la prensa oficial cubana.
Asimismo, reiteró el argumento de que el Minrex respeta “los principios y normas del Derecho Internacional que rigen las relaciones entre los Estados y el estricto cumplimiento de su obligación de no intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de otros Estados”.