El vocero del régimen cubano Jorge Legañoa arremetió este viernes contra la cumbre de las democracias convocada para la próxima semana por el presidente estadounidense, Joe Biden, y la acusó de ser una iniciativa para rehacer el orden político y social mundial a la medida de Washington.
“Más que soluciones a las principales problemáticas a nivel mundial pareciera que están dibujando un nuevo mapamundi, algo así como la tierra según San Biden. No es casualidad que entre los no invitados estén quienes le han plantado cara a la postura imperial de Washington como China, Rusia, Venezuela, Nicaragua, Cuba y algunos otros”, dijo Legañoa en su habitual comentario de temas internacionales en el Noticiero Nacional de Televisión.
El periodista oficialista cuestionó que la Casa Blanca “sólo haya invitado a un centenar de naciones” e insinuó que el evento, que se celebrará de manera virtual entre el 9 y el 10 de diciembre, podría ser una invitación para una nueva Guerra Fría.
“Las señales son cada vez más claras. O con Estados Unidos o contra él”, afirmó Legañoa, para quien la cumbre convocada por Biden tiene “un sesgo político importante y que no está diseñada para ayudar en lo más mínimo a los pueblos del planeta”.
Desde su punto de vista, coincidente con todos los que han emanado desde el oficialismo cubano a partir de la convocatoria a la cumbre, los Estados Unidos no son referencia a nivel mundial en democracia.
“Su larga experiencia es en golpes de Estado, en asesinato a presidentes, conspiraciones, golpes blandos, guerra económica, judicialización de la política, subversión y todo en nombre de lo que ellos llaman democracia”, aseveró.
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“Quieren hacer ver un liderazgo que en realidad está en crisis frente al empuje económico de China o el contrapeso de Rusia en Asia y Medio Oriente”, añadió Legañoa, al tiempo que arremetió anticipadamente contra eventuales invitaciones a opositores cubanos y críticas al régimen cubano que emanen de la cumbre.
Invitaciones y exclusiones
La cumbre de las democracias se centrará en tres temas: la defensa contra el autoritarismo, la lucha contra la corrupción y la promoción del respeto a los derechos humanos, según ha anunciado la Casa Blanca.
A ella fueron invitados unos 110 países, entre los que destacan los principales aliados occidentales de Estados Unidos, Irak, India y Pakistán.
China no fue invitada, a diferencia de Taiwán, lo que ha motivado la ira del gigante asiático y una oleada de críticas y condenas al evento desde este viernes.
Excluida también fueron Rusia y un grupo de naciones con relaciones tradicionales con Estados Unidos, pero que mostraron afinidad política con Donald Trump, como Egipto, Arabia Saudita, Qatar o los Emiratos Árabes Unidos.
Cuba, Nicaragua, Venezuela y los países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, Guatemala y El Salvador) no recibieron invitaciones para la cumbre. Los tres primeros por la naturaleza dictatorial de sus regímenes políticos y los otros por “actividades preocupantes” de sus gobiernos que atentan contra la estabilidad de sus sistemas democráticos, según ha declarado la Casa Blanca.