El hijo de Fidelito, Fidel Antonio Castro Smirnov, ha sido el único de la familia más conocida del dictador que recordó en redes sociales el aniversario del suicidio del primogénito de Castro. Ni la prensa oficialista se acordó.
“Mi pensamiento y homenaje a mi más cercano héroe, a 3 años de su partida. Besos, abrazos y cariños a un padre extraordinario. Te queremos y recordamos siempre, querido padre, Prof. Dr. Cs. Fidel A. Castro Díaz-Balart, 01.09.1949-01.02.2018”, escribió en Twitter, Fidel Antonio, asesor del rector de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI).
Siempre se ha comentado en varios niveles del abismo entre la familia del primogénito de Castro y los hijos posteriores que tuvo el dictador con la profesora, Dalia Soto del Vale. Tanto, que ninguno de ellos dejó siquiera un comentario en redes, ni una postalita para recordarlo siquiera.
Su prima, la mediática Mariela Castro ese 1ro de febrero solo utilizó las redes para darse bombo y platillo, tras republicarse una publicación mediocre en “Resumen Latinoamericano” sobre las “agresiones imperiales” que padece la isla, según su visión nada parcializada del tema.
De la familia, la única que dejó evidencia virtual, fue la segunda hija de Fidel Castro Díaz-Balart, Mirta María Castro Smirnova, quien desde Sevilla, donde radica, escribió: “Un día triste para nosotros, te recordaremos siempre”.
Castro Díaz-Balart estaba casado María Victoria Barreiro y tenía tres hijos, Fidel Antonio, Mirta María y José Raúl Castro Smirnov, fruto de su primer matrimonio con una rusa, Olga Smirnova.
Díaz Balart, conocido como Fidelito, fue el único hijo del matrimonio del dictador con Mirta Díaz-Balart, su primera esposa, quien pertenecía a una de las familias más acomodadas de la isla y con la que estuvo casado entre 1948 y 1955.
Su madre Mirta emigró a Estados Unidos antes de exiliarse en España y su tío Rafael Díaz Balart fue funcionario del gobierno de Fulgencio Batista (1952-1959) y también crítico del gobierno de Castro. Fidelito era primo de Mario Díaz-Balart y del hermano de este, el excongresista Lincoln Díaz-Balart.
El 1ro de febrero de 2018, según informó la televisión estatal y el sitio oficialista Cubadebate, Fidel Castro Díaz-Balart, el hijo mayor del dictador terminaba su vida, suicidándose.
De acuerdo con estos medios, el primogénito "venía siendo atendido por un grupo de médicos desde hace varios meses con motivo de un estado depresivo profundo".
Las mismas informaciones señalan que el hijo de Castro, de 68 años, como parte de su tratamiento, "requirió inicialmente un régimen de hospitalización y luego se mantuvo con seguimiento ambulatorio durante su reincorporación social".
TRAS BAMBALINAS
Castro Díaz-Balart nunca ocupó un cargo político en el gobierno de la isla y en el momento de su muerte era vicepresidente de la Academia de Ciencias de Cuba y asesor científico del Consejo de Estado, el órgano de gobierno de Cuba.
Se graduó del Instituto Superior de Ciencia y Tecnología Nucleares de la antigua Unión Soviética, Castro Díaz-Balart, a quien se conocía popularmente como "Fidelito", estuvo a cargo del desarrollo de la Planta Nuclear de Juraguá, un proyecto de su padre para llevar la energía atómica a la isla que nunca prosperó.
Fue secretario ejecutivo de la Comisión de Energía Atómica de Cuba desde 1980 hasta 1992, cuando fue destituido por su padre por "ineficiencias" en sus funciones. Se mantuvo en un relativo anonimato hasta 1999, cuando fue nombrado asesor del Ministerio de la Industria Básica.
Escribió varios libros y numerosos artículos sobre temas de ciencia y educación y por más de una década fue enviado como representante de delegaciones científicas y educativas del gobierno de Cuba a varios países.
Sin embargo, sus ideas para desarrollar proyectos de energía renovable no fueron incorporadas a las políticas estatales", le señaló uno de sus colegas, Jonathan Benjamin-Alvarado, a la agencia Reuters en una ocasión, lo que significó una decepción para él.
Una de sus últimas apariciones que más cubrieron los medios internacionales tuvo lugar en 2015 durante la visita a La Habana de la influencer Paris Hilton, heredera del imperio hotelero y celebridad, y Naomi Campbell, modelo británica, cuando se tomaron una selfie juntos en la Feria Internacional del Habano, uno de los eventos a los que el hijo de Castro asistía habitualmente.
Un año después, en diciembre de 2016, se le volvió a ver en el entierro de su padre, portando gafas oscuras y una bandera cubana en la mano. En esa imagen, como en tantas otras, a Fidelito se le ve muy alejado de sus medios-hermanos, los hijos de Castro con Dalia Soto. A su lado solamente se vio a su hijo, Fidel Antonio, el único que volvió a recordarlo públicamente.