Danilo Alonso Mederos, embajador de Cuba en la República Checa, atacó este miércoles en redes sociales al ministro de Relaciones Exteriores del país europeo, Jan Lipavský, por expresar su solidaridad con los artistas disidentes Luis Manuel Otero y Maykel “Osorbo” Castillo.
“Me opongo firmemente a los juicios en curso en Cuba. Los artistas Maykel 'Osorbo' Castillo y Luis Manuel Otero Alcántara ahora enfrentan un juicio al que no se permitió la asistencia de diplomáticos y periodistas. Esto es inaceptable. El derecho a un juicio justo es una de las garantías de los derechos humanos”, escribió Lipavský el martes en su cuenta de Twitter.
En otro tuit, el canciller checo denunció que “las violaciones de los derechos humanos en Cuba continúan” y que Osorbo y Otero, los días 30 y 31 de mayo”, estaban siendo “juzgados injustamente”.
Según reiteró Lipavský, “es inaceptable que los diplomáticos y la prensa independiente no hayan podido asistir al juicio. El derecho a un juicio justo es uno de los pilares del estado de derecho”.
El embajador cubano Danilo Alonso reaccionó molesto a las declaraciones del ministro de Exteriores: “No te metas en asuntos que no te conciernen y ocúpate de lo que pasa en tu país y en otras partes del mundo”, arremetió en Twitter.
Asegura el representante diplomático del régimen comunista de La Habana, que “esos individuos [Otero y Osorbo] tuvieron un juicio justo y de acuerdo a nuestras leyes”. Además, cuestionó “qué hacen esos diplomáticos preocupados por el juicio” de dos artistas, a quien Alonso llama “criminales”.
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El martes pasado, tras la segunda jornada de la audiencia en La Habana, quedó concluso para sentencia el juicio contra los artistas Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo, conocido por su nombre de rapero “Osorbo”, fundadores del disidente Movimiento San Isidro (MSI).
Para Otero, artista visual, y para Osorbo, ganador del Latin Grammy por la canción anticastrista “Patria y Vida”, la Fiscalía pide siete y diez años de cárcel, respectivamente.
En los comentarios al intercambio de tuits entre los diplomáticos, varios cubanos agradecen las declaraciones de Jan Lipavský, mientras critican la respuesta del embajador Alonso.
“Muchas gracias por oponerse públicamente y con valentía a la tiranía cubana. Debería haber una manera de evitar que los países libres apoyen las dictaduras. Estás ayudando mucho. El mundo será un lugar mejor sin una tiranía en Cuba”, afirmó el usuario identificado como José Cemí.
John Suárez, activista de derechos humanos, expresó al canciller checo: “Gracias por su solidaridad con Otero y Osorbo. Permitir que otros se enteren de su difícil situación en La Habana les proporciona una medida de protección”.
En cambio, en la opinión de los usuarios, el diplomático del régimen de La Habana sale mal parado. “Le pido que explique en público cuáles son los crímenes que han cometido Maikel Osorbo y Alcántara que hace meses que están presos sin juicio. Nadie sabe de qué crímenes se trata. Si usted tiene esa información, publíquela”, lo emplazó José Cemí.
“Vergüenza y asco que usted sea embajador (funcionario público) cubano, qué asco provocan”, afirmó el usuario de Twitter @Yomarky4. Para el mexicano Armando Herrera, en Cuba impera una “dictadura de mierda”.
Según el periodista y académico José Raúl Gallego, el ataque del embajador por la solidaridad del canciller checo con los presos políticos, es la “respuesta típica de cualquier cosa menos de un diplomático. Pero bueno, así es la chusma y la agentura que el régimen cubano designa para que los represente. Es usted un digno reflejo del castrismo. Seguro hasta una medalla le dan o lo ascienden”, concluyó Gallego en Twitter.
El reportero independiente Mario Luis Reyes, opinó en Facebook que, “además de demostrar la falta de educación y la vulgaridad de la diplomacia cubana, el embajador de Cuba en República Checa confirma el carácter político de los juicios contra Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Osorbo al llamarles 'criminales', pese a que ni siquiera la fiscalía cubana les ha atribuido delitos de ese tipo”.
Reyes agregó que “la respuesta del embajador cubano en el país europeo es una vergüenza, pero ya es la norma en la diplomacia cubana, que tiene como pilares la mentira y la vulgaridad”.