A partir de las nuevas regulaciones derivadas de la unificación monetaria, los agentes de policía 'con uniforme completo' no pagarán el transporte público, mientras los discapacitados sí tendrán que abonar la mitad del costo del pasaje.
Así lo manifestó este lunes en la Mesa Redonda el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila.
También están exonerados de ese pago, los soldados del servicio militar activo 'en uniforme completo', y los niños menores 'llevados en brazos', es decir, los más pequeños.
Entonces deben aportar el 50%, los estudiantes universitarios, presentando el carné de la FEU, miembros de las asociaciones de discapacitados y estudiantes de todas las enseñanzas en completo uniforme, en días y horas laborables.o
El ministro de Transporte reconoció en el programa oficialista que esta medida -seguramente lo relacionado a policías- ha provocado "numerosas opiniones, no quedó bien aclarado desde el principio y lo estamos modificando y aclarando. La decisión tomada por el Gobierno es que esto se estandarice en todo el país".
Para justificar el aumento desmedido del transporte público, el funcionario del régimen alegó que los precios anteriores eran muy antiguos. Sin embargo, es alarmante, por ejemplo que los precios de vuelos nacionales se incrementaron hasta cinco veces, como el caso de La Habana-Santiago.
Los precios en el transporte crecen entre dos y cinco veces, aproximadamente, en todos los servicios.
Incluso el ministro dijo que habían casos donde se había incrementado más que eso, "y son casos que estamos revisando".
El régimen decretó una tasa de cambio única de 24 pesos cubanos por dólar para la fase final del ordenamiento, presumiblemente los seis meses durante los que aún seguirá circulando el peso cubano convertible, a una tasa de uno por uno respecto al dólar.
Sin embargo, por la falta de disponibilidad de dólares en las arcas estatales, los cubanos sólo pueden acceder a la moneda extranjera en el mercado informal, donde la tasa de cambio la dicta la ley de la oferta y demanda, así como la voluntad de tenedores y compradores.