La migrante cubana, Magaly Medina Calvo, de 57 años, falleció esta semana en un albergue en México mientras esperaba su cita de asilo para Estados Unidos.
Según reportaje de Cubanet, una amiga cercana de Medina Calvo contó que había muerto de un derrame cerebral y se encuentra aun en la morgue de Ciudad Juárez.
La cubana buscaba llegar a Estados Unidos para reencontrarse con sus dos hijos, a quienes no ve hace años pues no les permitían el ingreso a la isla.
Este medio agrega que Magaly tenía su cita para solicitar asilo el próximo 12 de febrero, en la Corte de El Paso.
Esta persona también formaba parte del programa Migration Protection Protocols (MPP), una medida iniciada entre la administración Trump y el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, donde los migrantes que quieran pedir asilo en EEUU deben esperar del lado de México.
"Estamos indignados, hasta a un simple perro se le trata mejor. La dejaron morir, la mataron. Cometieron una injusticia con nuestra compañera. El personal médico y el encargado del albergue decían que Magaly estaba fingiendo, se burlaban de ella. En el Centro Integrador para Migrantes Leona Vicario todos estamos en peligro, no nos quieren, nos dicen que somos una carga para México, pero que yo tenga entendido el MPP es un acuerdo entre los presidentes de México y Estados Unidos", declaró uno de los migrantes a ese medio.
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La amiga de Magaly explicó que "la mataron. La mató la negligencia de los médicos, la mató la depresión al sentir ella que no le creían lo que sentía, el dolor de cabeza que tenía. La mataron estas personas de México, los encargados de ese albergue. Y también la mataron los encargados estadounidenses del programa MPP que no le creyeron teniendo sus pruebas de que estaba enferma".
Osmani Baldermira Pavón también fue otro cubano asesinado en julio anterior en el estado mexicano de Chihuahua, a manos de un cubano al que había ayudado a pagar su viaje y que extraoficialmente está identificado como Osbel Nápoles Robaina.
La Fiscalía General de Justicia de Chihuahua en Ciudad Juárez asumió los gastos de repatriación a finales de agosto, ante la negativa de la embajada del migrante cubano.
"Lo que tuvo que pasar es sumamente conmovedor, y lamentablemente a Osmani le tocó morir en nuestra tierra y es lo menos que podemos hacer”, dijo Gabriela Romero Reza, coordinadora en Ciudad Juárez de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas de la Fiscalía General del Estado.
