Yasmany Cáceres Rodríguez murió el pasado 28 de julio tras semanas de sobrevivir al maltrato y a la negligencia médica en el hospital Calixto García de La Habana.
Cáceres Rodríguez era el jefe de la Sala de Rehabilitación de Artemisa e incluso militante del Partido Comunista de Cuba (PCC) y su caso, a pesar de la gravedad, fue desestimado por los criterios de un doctor, según contó su hermana Rosario Cáceres Rodríguez a ADN Cuba.
El primer síntoma de Cáceres Rodríguez fue un agudo dolor de cabeza que hizo que su familia lo llevase al Calixto García en La Habana el 20 de mayo de 2021.
“Cuando el jefe de Neurocirugía que estaba de guardia ve llegar la camilla al Cuerpo de Guardia pregunta de dónde viene le dijimos que remitido de Artemisa. Inmediatamente sin preocuparse por lo que padecía indicó que lo retornaran a su provincia de origen. Le pedimos de favor que lo atendiera, él dijo que Yasmany no tenía nada. Fuimos y le dijimos a la oftalmóloga que estaba de guardia que por favor le hiciera un fondo de ojos y ella confirmó que tenía Papiledema”.
El Papiledema es una enfermedad donde la presión aumentada en el interior del encéfalo o en sus cercanías provoca que la zona del nervio óptico situada en el interior del ojo se inflame.
Como antecedente, subraya la hermana que Cáceres Rodríguez padeció Hidrocefalia a los cinco meses de nacido. La familia era originaria de Alacranes en el municipio Unión de Reyes de Matanzas. El bebé fue operado, en ese entonces, en La Habana.
El 21 de mayo, su hermana Rosario se dirigió al Ministerio de Salud y se quejó de lo sucedido. Desde la institución enviaron una carta al hospital.
Cáceres Rodríguez continúo con el dolor de cabeza y el propio 21 fue de nuevo al hospital donde el Doctor Verdial, jefe de la Sala de Neurocirugía, lo ingresó aun alegando que el paciente no presentaba problemas.
Tres días después, Cáceres Rodríguez “tenía parálisis del nervio óptico del ojo izquierdo. El Dr. Verdial seguía diciendo que no tenía nada. Nunca fue un fisiatra a verlo. Yasmany ya ni movía las piernas, pero el médico seguía diciendo que no tenía nada; que era trastorno psiquiátrico".
Luego comenzaron las convulsiones y el galeno explicó que eran reacciones psicóticas. Más tarde le diagnosticaron con un tromboembolismo pulmonar.
“Lo entubaron y el 10 de junio lo remitieron para terapia intensiva, en coma. Allí no lo veíamos, nos informaron que tenía una herida en la región sacra y en menos de 24 horas tenía una escara grado tres. Nos mintieron todo el tiempo”, asegura Rosario.
Rosario afirma que en los partes diarios para comunicar sobre la salud de su hermano les hablaban de la escasez de medicamentos para atenderlo. “Cuando llegábamos con el medicamento comprado ya ese no hacía falta. Todas las quejas se las di al director del hospital, a quien no le interesó nada de lo que le decía allí”.
Tras la muerte de Cáceres Rodríguez trascendió que tenía una Meningitis criptocócica.
“Yasmany murió por culpa del jefe de Neurocirugía del Calixto Garcia que solo supo decir que lo que él tenía era psiquiátrico. El descuido y la despreocupación de ese médico fue la causa de que hoy una niña de un año se haya quedado sin padre y una familia entera esté sufriendo.
Ya no les hace falta para cumplir misiones en Venezuela, ni para ser el jefe de la Sala de Rehabilitación de Artemisa. Aún estamos esperando que el director de Salud de Artemisa nos dé las condolencias por un cuadro de Salud Pública que falleció”, concluyó Rosario en exclusiva para nuestra revista.
En el contexto de la pandemia del coronavirus, los casos de negligencia médica han aumentado en la isla. La escasez de medicamentos e insumos sanitarios, la desidia y las malas condiciones de las instalaciones hospitalarias se fusionan para que historias como esta sean casi cotidianas en la vida del cubano.
