El general Efigenio Ameijeiras murió ayer en la noche a causa de una infección generalizada en el organismo, a la edad de 88 años. Efigenio era una reliquia histórica: uno de los últimos combatientes famosos del Movimiento 26 de julio que quedaba vivo.
Ameijeiras participó en la lucha encabezada por Fidel Castro contra la dictadura de Fulgencio Batista y fue expedicionario del Granma, el yate en que Castro arribó a la zona oriental de Cuba, proveniente de México, para subir hasta la Sierra Maestra y emprender la guerra de guerrillas.
Fue el segundo jefe de una columna guerrillera, la llamada Frank País, y alcanzó el grado máximo del Ejército Rebelde, el de comandante.
Ameijeiras es también recordado en Cuba como hermano de otros tres combatientes clandestinos que no sobrevivieron a la guerra: Juan Manuel (asaltante del cuartel Moncada en 1953, acción en la que murió), y Gustavo y Ángel, quienes murieron en un enfrentamiento con la Policía de Batista en 1958.
Al triunfo de la Revolución fue designado Jefe de la Policía Nacional Revolucionaria. Combatió en Bahía de Cochinos como Jefe del Batallón de la Policía Nacional Revolucionaria que enfrentó la invasión de la Brigada 2506 y también en la guerra civil que enfrentó a las fuerzas a favor y en contra del régimen naciente en el Escambray.
Durante su trayectoria militar ocupó diferente responsabilidades, entre ellas Jefe del Estado Mayor del Ejército Central y Viceministro Jefe de Preparación Combativa. Fue ascendiendo en grado militar hasta el grado de general de división.
El comandante encabezó la primera misión militar cubana el extranjero: un batallón de tanques que Castro envió a los argelinos, aliados de Cuba, para repeler la invasión de Marruecos en octubre de 1963. Más tarde, asesoró a los angolanos en lucha contra-guerrilla parta repeler a la UNITA.
Ameijeiras escribió además varios libros acerca de la lucha guerrillera, que constituyeron la trilogía Más allá de nosotros, La clandestinidad y La Sierra Maestra, así como 1956. Un año tremendo, el libro de poesía El amor todo el tiempo y la noveleta para niños Tafie y la caoba gigante.
A su muerte, el ex comandante guerrillero llevaba años retirado de la escena pública y olvidado por las altas esferas del régimen. Sobrevivía a la ayuda de familiares y amigos, la mayoría exiliados en Estados Unidos.