El opositor cubano Ramón Arboláez Abreu, su esposa y sus dos hijos menores de edad, quienes se encuentran varados en México, pidieron ayuda a los congresistas cubanoamericanos de Estados Unidos a través de un video publicado en Diario de Cuba este sábado.
Arboláez Abreu, quien salió de la Isla junto a su familia hace cuatro años, padece cáncer de garganta y está varado en México, sin asistencia médica. Ahora, la familia integrada por dos adultos y dos menores de edad vive en un cuarto en Monterrey, donde todos duermen en la misma cama.
Al opositor cubano, que en la Isla formó parte de las organizaciones Coalición Central Opositora y del Foro Antitotalitario Unido (FANTU), fue diagnosticado con cáncer hace ocho meses en Chiapas, México.
Según Diario de Cuba, ahora pide salud para llevar a un lugar seguro a sus hijos y esposa. "Solo así moriré tranquilo", dijo.
En la Isla, Arboláez Abreu fue detenido decenas de veces por sus actividades opositoras, al igual que su esposa. De acuerdo con el activista, el régimen lo despojó a él y a su familia de su vivienda en Santa Clara y los obligó a abandonar el país.
Los cuatro también estuvieron más de un año varados en Trinidad y Tobago, donde fueron detenidos y maltratados, a pesar de que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) los reconoció como tal.
El Gobierno de Trinidad y Tobago retuvo sus pasaportes y se negó a entregárselos a menos que regresaran a Cuba. "Siempre que íbamos a reclamarlos, nos decían: 'solo se los daremos si van a regresar a Cuba'", contó a Diario de Cuba Yaneisy Santana Hurtado, la esposa de Arboláez Abreu.
Por eso, el matrimonio y sus dos hijos huyeron de Trinidad y Tobago sin documentos de identificación y llegaron a México.
En la actualidad, Arboláez Abreu necesita una tomografía, un electrocardiograma y exámenes de sangre valorados en 650 dólares, una cifra que no puede pagar.
"El coronavirus es la menor de nuestras preocupaciones", confesó a Diario de Cuba Santana Hurtado. "Acá estamos expuestos a secuestros, asesinatos y a la inteligencia cubana. Pero lo que más duele es la indiferencia del Gobierno mexicano y de la ACNUR. Mis hijos hoy no tienen patria, no estudian, no tienen ningún derecho".
En medio de tales condiciones, la cubana pidió a los congresistas cubanoamericanos de Estados Unidos ayuda "para llegar a la tierra de la libertad y que mi esposo pueda tener atención médica, que le salven la vida", dijo.
"No es justo que tanta lucha por la libertad no tenga recompensa, solo sufrimientos", terminó.