Los dirigentes cubanos, sobre todo los más viejos, ya era para que estuvieran en casa cuidando a sus tataranietos y disfrutando de las comodidades materiales con que el régimen los premia desde hace 60 años. Como todavía salen a la calle de vez en cuando, provocan muchos estropicios, que terminan saliendo en la prensa.
José Ramón Machado Ventura, número dos del Partido Comunista, andaba de visita por Sancti Spíritus, dios sabe bien haciendo qué, cuando se le ocurrió decir en una reunión de campesinos “a los problemas hay que partirles para arriba”. Y así quedó para la posteridad.
El periodista que lo acompañaba, sabedor de que las palabras de los jerarcas no se adornan ni se cambian, lo dejó todo como estaba. Ni una coma, ni una letra. Y el diario Granma así lo puso en portada, con llamativas letras negras, para que el mundo entero lo recuerde: “a los problemas hay que partirles para arriba”.
Olvídese del tono pendenciero, ¿qué quiso decir con eso? Nadie sabe con certeza. Ni Freud podría desentrañar qué pasa en esa cabeza octogenaria, acostumbrada a desvariar sin consecuencias desde hace décadas. Probablemente, fue una de tantas salidas retóricas a la que acostumbran los jerarcas del Partido, que a nadie convencen y a las que ya nadie hace caso, ni siquiera ellos mismos.
Uno ve la tragicomedia y no se apiada de Machado, al que le faltan dos estornudos para recibir a la señora de la guadaña. Uno siente lástima por los campesinos que soportaron a esa antigualla renqueante, habla que te habla sin ton ni son, de seguro trastabillando por los caminos de tierra, bajo el sol inclemente de la Isla. “Váyase a dormir, abuelo”, debieron pensar.
ADN Cuba deja por aquí el link que dirige hacia el periódico Granma, para que usted compruebe con sus propios ojos a qué nos referimos.