Lo que comenzó este sábado en el Parque Central de La Habana como una manifestación pacífica organizada de manera independiente, para visibilizar los derechos de la comunidad LGBTIQ en Cuba, terminó con una feroz represión por parte de la Seguridad del Estado, que impidió a los activistas continuar su camino a través del Malecón.
Se registraron las detenciones violentas de periodistas y manifestantes, entre ellos Ariel Ruiz Urquiola, Boris González Arenas, Iliana Hernández y Oscar Casanella, quien fuera golpeado hasta sangrar por sus captores.
Asimismo, desde la 9:00 am la policía política detuvo a Isbel Díaz y Jaime Martínez, dos de los promotores de la marcha.
Isbel y Jaime fueron liberados en la mañana del domingo.
Las embajadas de Holanda, Suecia y Estados Unidos enviaron observadores a la manifestación, que contó además con una amplia cobertura de prensa.
En las últimas horas artistas como Silvio Rodríguez, Vicente Feliú y Luis Alberto García se han pronunciado contra la represión.
La actividad independiente fue la respuesta de la comunidad LGBTIQ cubana a la cancelación de la conga contra la homofobia y la transfobia que tradicionalmente organiza el CENESEX, institución oficial bajo el mando de Mariela Castro.
Castro intentó boicotear la marcha alternativa acusándola de estar organizada desde Miami por enemigos del gobierno cubano, y organizando una fiesta paralela que no despertó demasiado interés.
A pesar de la represión y las detenciones, activistas consultados por ADN CUBA opinan que este 11 de mayo fue un día histórico para la sociedad civil cubana.
Por primera vez en décadas una manifestación no autorizada de entre 200 y 300 personas se atrevió a exigir una Cuba diversa.